Sin duda alguna ‘Fallout’ como franquicia ha dejado una marca en cómo imaginamos el apocalipsis. Una historia alternativa, en la que el terror atómico de la Guerra Fría se extendió hasta el siglo XXI y hasta el punto donde las bombas, por motivos desconocidos, terminaron cayendo y dejando a buena parte de la especie viviendo bajo tierra.
Desde allí empieza la historia, con un mensaje que anuncia, literalmente, el final. Es una declaración de intenciones que ni siquiera otras historias apocalípticas como ‘Mad Max’ o ‘Matrix’ se atreven. Ver el final de todo en teoría debería transformar la serie, pero su narración a dos tiempos, una que explica la realidad de la raza humana meses antes de la guerra y otra en el post apocalipsis, la serie evita pasar por esta situación gracias a su sentido del humor. ‘Fallout’ puede ser una serie de acción dispuesta a asumir su drama, pero no pierde el sentido del humor necesario para ver la oscuridad de forma tan directa por tanto tiempo.
Tiene además una ventaja sobre otras series y películas basadas en videojuegos: el juego es material optional. Incluso balada en material previo la serie rompe uno de los grandes problemas de buena parte de la ficción televisiva en la era del streaming, ‘Fallout‘ no pide al espectador hacer la tarea previamente y aunque sí hay algunos detalles dedicados a los fanáticos la realidad es que se trata de una historia en el desierto apocalíptico de Estados Unidos que puede funcionar sin preocuparse demasiado del resto del material.
Ayuda que la mente en el centro de la serie es Jonathan Nolan, no solo hermano del director de ‘El caballero oscuro’ y ‘Oppenheimer’ sino su colaborador en los guiones de varias películas y creador de ‘Westworld’, quien marca la identidad visual de la serie, uno de sus puntos fuertes, y que como su hermano entiende el espectáculo no como objetivo de la imagen sino como herramienta de la historia. A esto se suma la guionista Geneva Robertson-Dworet que sabe cómo construir cada escena y que demuestra que en su trabajo con Marvel parece atada de manos.
TRES HISTORIAS AL FINAL DE TODAS LAS COSAS
Sin contar demasiado sobre la trama, parte de lo que hace que ‘Fallout’ funcione son sus tres personajes centrales. La serie, que se entrega de lleno a las convenciones del western, toma la idea de ‘El bueno, el malo y el feo’ y al igual que el clásico de Sergio León los pone a perseguir un objetivo común, que por 6 capítulos los separa y los reúne de forma continua. Ayuda que el elenco está perfectamente construido y que pueden mantener una escena por separado con la misma facilidad que crean química entre ellos.
En el centro de la serie está Ella Purnell, la recién llegada al apocalipsis que sale de un refugio como la primera en generaciones que pisa el desierto de la nueva realidad. Lucy MacLean y su inocencia cumplen al mismo tiempo con ser nuestra venta a este universo como un ejemplo del daño que este nuevo mundo puede causar a cualquiera, aún con su decisión de mantener algo de humanidad, su transformación es inevitable desde la primera escena y es tan interesante como cualquier monstruo o cualquier nueva ideología política que se haya construido sobre las ruinas de la civilización.
Los otros dos miembros del trío son menos importantes para la historia, pero igual de interesantes. El Maximus del novato Aaron Moten es una revelación y el centro humorístico de la serie, sobre todo gracias al lenguaje corporal de un actor que sabe mantener su lenguaje corporal en clave humorística aun cuando la historia salta a puntos absolutamente oscuros y Walton Goggins como ‘El necrófago’ es una versión de ciencia ficción del hombre sin nombre de Clint Eastwood, pero que esconde una historia que puede ser el corazón de la trama.
Los tres cambian el protagonismo por episodio, y en ocasiones entre una escena y otra. Sumándose a ellos, Moisés Arias, Rico en ‘Hannah Montana’ para los millennials, explora el día a día en los refugios donde el 1% de la humanidad se escondió de la guerra. Aunque su personaje es clave para explorar el ministerio de cómo inició el conflicto en la raíz de la historia, no deja de ser probablemente la pieza menos interesante de esta primera temporada.
‘FALLOUT’ APUNTA AL FUTURO
El final de la primera temporada de ‘Fallout’ evidencia la confianza de sus creadores en una segunda temporada. Afortunadamente, esta ya ha sido confirmada por Amazon. Es una buena noticia para los espectadores, después de todo si la serie mantiene el nivel podemos estar ante un nuevo clásico de la ficción apocalíptica.