En el mundo hay 195 países reconocidos por la ONU, los cuales ofrecen un sin fin de atracciones para los que viven allí y los potenciales turistas. Sin embargo, hay otros territorios que reclaman su soberanía desde hace tiempo. En España, por ejemplo, desde hace tiempo el estado de Cataluña trata de independizarse, todavía sin éxito. Pero lejos de allí hay otros tres que van por el mismo camino.
El primero de ellos es el Principado de Seborga, una micro-nación que se encuentra dentro de Italia. La misma no tiene salida al mar y está conformada por tan solo 14km cuadrados, realmente muy pequeña. Aparece dentro de la provincia de Imperia, muy cerca del territorio francés y a 35km de Mónaco. Sin el aval de las Naciones Unidas, tienen a sus propios príncipes y su argumento principal para reclamar la independencia es que Seborga fue un principado libre desde 1729; hasta que la zona fue comprada por el Rey Víctor Amadeo II.
Redonda, otro de los países que exigen ser soberanos e independientes
El país de Isla Redonda es una micro-nación que se corresponde con la propia Isla Redonda de la bahía Ensenada Zaratiegui, la cual se encuentra en el canal del Beagle del estrecho de Magallanes, en el extremo más austral de Sudamérica. En las primeras décadas del siglo XX, los presos del penal de la cercana ciudad de Ushuaia construyeron una edificación para la Prefectura Naval argentina, cuyo destacamento aún existe.
Este lugar fue disputado por los países Argentina y Chile durante años, ya que está dentro de Beagle. El conflicto se solucionó con la firma del Tratado de 1984, en donde ambos gobiernos aceptaron la propuesta de la Santa Sede que reconocía la frontera trazada por el Laudo Arbitral en el canal Beagle, la cual reconocía la soberanía argentina sobre la isla Redonda. El lugar se proclamó como micro-nación por su fundador Carlos de Lorenzo, emitiendo sellos y pasaporte propios.
El principado de Sealand, el último de los países del listado
Sealand tiene el privilegio de ser el país más chico del mundo, aunque no está contemplado como tal de forma oficial ni por la ONU. El mismo está a 12 kilómetros de la ciudad inglesa de Sussex y data del año 1966. Tiene apenas 550 m2, ninguna comodidad y el acceso es bastante complicado, algo que poco les interesa a sus soberanos que pretenden pelear hasta ser reconocidos.
Todo nace a partir de Roy Bates, un hombre que le regaló a su esposa Joan esta creación, cuando todavía no pensaba que Sealand sea como los demás países. Dentro del territorio, el cual aparece sobre una plataforma marítima, apenas viven cinco personas; pero no ha privado a este pequeño de tener su propia bandera, himno nacional y hasta constitución. Para cerrar, este sitio en realidad era una plataforma de defensa inglesa que data de la Segunda Guerra Mundial, la que luego quedó abandonada.