La ciudad de Toledo está rodeada de oscuros relatos que te harán erizar la piel de solo escucharlos. Si bien el lugar está lleno de historias, el subsuelo de esta ciudad está repleto de momias. Es que en los sótanos de la iglesia de San Andrés se encontró hace unos años la mayor concentración de momias de España, siendo un hallazgo increíble para los libros, pero tenebroso para los lugareños y visitantes.
Cerca de 60 cuerpos han sido extraídos, limpiados y estudiados de forma profunda en la misma iglesia que se hallaron, sin dudas, algo sin igual. Luego de esto, han sido cuidadosamente colocados en la misma cripta y se ha cubierto el espacio con un cristal para que sean visibles a las personas que visiten el lugar. Sin embargo, esto no es para cualquiera, ya que las historias que se cuentan dan realmente miedo.
¿Cómo llegaron estas momias a las profundidades de Toledo?
Los cadáveres que se hallaron en la iglesia de Toledo pertenecerían a la primera mitad del siglo XIX, entre 1812 y 1820, según los investigadores. Estas no tienen un proceso artificial de embalsamamiento, pero conservan tejidos que impiden una total descomposición. Los tejidos más blandos, como los ojos, sí desaparecen, facilitando las muecas y gesticulaciones que nos recuerdan al terror, facilitando la aparición de numerosas leyendas que se siguen contando al día de la fecha.
A partir del siglo XVI era usual enterrar a los fallecidos en sitios cercanos a iglesias o conventos, incluso en el interior de ellos. Sin embargo, por motivos de salubridad y en ocasiones por los desagradables olores a putrefacción en el interior de estos edificios, se decidió prudentemente comenzar a inhumar en cementerios, en donde además se preserva la higiene.
Todo lo que debes saber acerca de las visitas de las momias de Toledo
Vale aclarar sobre la posible visita a las momias de San Andrés aún no es posible, dado que se encuentra en plena investigación todo el asunto. De todas maneras, en las inmediaciones al lugar se ofrecen visitas guiadas a otros sectores aledaños, en donde te contarán las historias más espeluznantes de Toledo. Por su parte, también cuentas con diversos lugares gastronómicos ideales.
Las primeras fotos de calidad de las momias datan de los años setenta, cuando las cámaras ya eran más modernas. De todos modos hay testimonios de varios lugareños que ya bajaban para encontrarse con las momias, en una visita más que macabra. Algunas leyendas urbanas que corrían entre los toledanos durante años hablaban de robos de calaveras y huesos, los cuales estarían en el lugar menos pensado.