España está lleno de sitios maravillosos, los cuales son dignos de visitar y Zaragoza entra en ese grupo. Es ideal para visitar en cualquier momento, ya sea durante un fin de semana, feriados y vacaciones. El abanico: Restaurantes típicos, paisajes hermosos con naturaleza verde, casco histórico de la ciudad y hasta ferias en las que te podrás llevar unos muy bonitos recuerdos.
Además de conocer todos sus atractivos turísticos e incluso de su divertida vida nocturna, otro de las mejores experiencias en Zaragoza es probar sus platos más típicos como el ternasco de Aragón, las migas, el lomo, las borrajas con patatas; entre otras delicias. Pero esto sería solo el inicio, ya que hay tres maravillas que te resultarán sencillamente espectaculares y no podrás irte.
Plaza del Pilar, uno de los sitios más populares de Zaragoza
La Plaza del Pilar se encuentra a pocos metros de la basílica de la ciudad, siendo muy concurrida por sus visitantes año tras años. Esta es una de las más largas de Zaragoza y sirve como un plan perfecto para comer o beber algo en algunos de sus edificios históricos, como por ejemplo la Iglesia de San Juan de los Panetes o la Lonja. Ya sea en familia o con amigos, debe estar en tu lista.
Entre los monumentos más hermosos de dicho lugar aparecen el homenaje a Francisco de Goya, quien vivió gran parte de su vida en la ciudad. También tenemos la figura de la Bola del Mundo realizada en honor al descubrimiento de América y la Fuente de la Hispanidad, que tiene un mapa de América. No debes olvidar tener carga en tu celular, ya que las fotos que podrás tomar allí sobre Zaragoza son imperdibles, de donde no querrás irte nunca.
La Zaragoza romana, un punto que parece sacado de una película
Zaragoza tiene un sitio que parece transportarte en el tiempo. Se trata de los restos romanos que se conservan de la antigua Caesaraugusta, fundada como colonia de Roma en el año 14 a.C. por el emperador César Augusto. A pocos metros de allí aparece el Museo del Puerto Fluvial, ubicado en el margen derecho del Ebro y que fue vital en la época romana para el comercio de mercaderías.
Para culminar con semejante pase aparece el Puente de Piedra, el cual podrás cruzar mientras observas en las alturas un precioso paisaje. Posee 225 metros de largo y allí tendrás unas hermosas vistas de la Basílica del Pilar junto al río Ebro. Finalmente, si visitas este puente cuando aún es de día, es recomendable bajar hasta la orilla de Ebro y dar un paseo por la zona gastronómica de Zaragoza.