La Isla de los Faisanes revive esa rivalidad histórica que suelen tener España y Francia. Resulta que este territorio, ubicado sobre el río fronterizo de Bidasao, cada 1° de febrero deja de pertenecer al país de la península ibérica para transformarse en territorio galo… pero solo durante seis meses. Esta singularidad es prácticamente en el mundo, y como todas las cosas tiene una explicación.
Esta soberanía compartida se repite dos veces al año, en donde además tiene una historia muy atrapante para contar. Para explicarlo nos debemos remontar al siglo XIX, puntualmente al año 1856. Resulta que desde el tratado de Bayona la Isla de los Faisanes era dirigida por dos virreyes (los de España y Francia). Uno bajo el ala española desde el 1 de febrero al 31 de julio; y la francesa se hacía cargo del 1 de agosto hasta el 31 de enero de cada año.
El tratado que se respeta desde hace cientos de años en la Isla de los Faisanes
Semestre tras semestre sucede el mencionado paso de mando, en donde los lugareños ya lo toman como una costumbre bastante pintoresca. Sin embargo, esta isla está totalmente cerrada al público, en donde nadie puede sumergirse o deambular por sus aguas. Antiguamente, la gente de la zona se reunía en las inmediaciones tras cada traspaso de poder, en donde se hacía una ceremonia.
Si bien anteriormente hemos mencionado que históricamente España y Francia estaban enemistados, lo cierto es que la Isla de los Faisanes trata de ponerle un punto final. Su significado deriva del francés faiseurs de paix, que al español es artífices de paz. En ese mismo lugar se firmó el tratado de los Pirineos en 1656, por eso tiene esta connotación que apacigua las aguas, justamente.
La Isla de los Faisanes y sus 367 años de tradición
El mencionado Tratado de Pirineos le puso fin a la guerra que mantenían estos países, la cual duró más de 30 años. Esta soberanía, que se cede cada un semestre, es la envidia de otros territorios compartidos en los que nadie quiere perder, tal como el caso de la Antártida. Por otro lado, suele ser un atractivo turístico para las personas que recorren la zona, aunque no ofrece mucho más que este sitio.
A fin de cuentas, y pese a que en su tiempo tuvo un importante peso tradicional, actualmente el territorio de la Isla de los Faisanes se trata de un pequeño espacio de terreno que no se encuentra habitado, y en el que solo se pueden contemplar árboles, vegetación y algo de fauna. Pero si eres de esas personas que ama recorrer sitios históricos, no puedes perdértelo.