Hace ya unos meses corrió mucha tinta recordando la muerte de Kurt Cobain, el mitico y controvertido vocalista, guitarrista y compositor de Nirvana. El autor de ‘Smells Like Teen Spirit’ sigue siendo una de las figuras más influyentes del rock y el pop con figuras tan dispares como Billie Eilish, Olivia Rodrigo, Miley Cyrus, la banda Boy Genius o el trapero Ghouljaboy mencionándolo entre sus grandes influencias. Es que su trabajo sigue siendo como un rayo de ira pura y poesía que marca un antes y un después en la música alternativa.
Pero hay una excepción en su trabajo. El disco en vivo ‘Mtv Unplugged In New York’, quizás todavía el más famoso, y sin duda el más importante, de los discos grabados como parte de la serie de conciertos acústicos de la cadena, escuchar esta versión tan íntima de un artista acostumbrado a los gritos guturales es profundamente poderoso. Que además haya resultado ser la última grabación lanzada por la banda, aumenta su mística, que el concierto haya estado ambientado en un funeral, con sus velas negras y un arreglo floral en el centro del escenario, ya es una casualidad casi terrorífica.
Fuese, por el simple deseo de construir un ambiente particular, o por qué el vocalista ya presentía que su mente no aguantaba el dolor físico con el que convivía por una enfermedad estomacal no diagnosticada o su ansiedad permanente por el cansancio que le generaba la fama para finales de 1993, cuando se grabó el concierto, Cobain ya daba señales de problemas. Uno meses después intentaría suicidarse mezclando drogas, pastillas para dormir y alcohol, y en abril de 1994 lo conseguiría con una escopeta.
Eso hizo que este último documento en vivo de Nirvana, lanzado en noviembre del 94, se convirtiera en un epitafio especialmente doloroso. Pero ignorando la muerte del artista, el disco sigue funcionando como uno de los más potentes documentos de la química en tarima del grupo. Es además una pequeña pincelada a un posible futuro de un grupo dispuesto a alejarse del sonido que los hizo famosos.
ALEJARSE DE LOS ÉXITOS
Parte de la ironía de que este sea una de las grabaciones más famosas de la serie Unplugged es que no tiene casi ningún éxito del grupo. Aunque la versión de ‘About a Girl’ fue un sencillo posterior de la grabación, la única canción de la banda que había sido un sencillo antes del concierto fue ‘Come as you are’, el resto eran piezas menos conocidas que el grupo consideró funcionarían mejor en este formato o versiones de otros artistas admirados por Cobain como los Meat Puppets o David Bowie.
Fue una decisión complicada de digerir para la cadena, pero que para el grupo fue importante en su momento. Todavía hoy hay canciones de grupo que han conseguido la trascendencia pop gracias a esta grabación, como es el caso de ‘Polly’ o ‘Something In The Way’, pero son las versiones de otros artistas las que terminan dándole su identidad al disco distanciada de otros de sus trabajos, dos de ellas en particular.
‘The Man Who Sold The World’ de David Bowie, una canción casi olvidada del británico, brilla gracias al sonido tan particular de la guitarra acústica de Cobain filtrada a través del pedal de su Fender. El sonido transforma la original del británico, una de sus canciones más importantes en cuanto a que es su entrada al glam, en una pieza realmente dolorosa y viniendo de un artista que termino rechazando la fama al punto de costarle, la vida es especialmente atractiva.
La segunda es la composición anónima que cierra el disco: ‘Where did you sleep last night’ una canción tradicional estadounidense compuesta en el siglo XIX pero popularizada por los artistas de blues de los años 30, que como el protagonista de la canción en muchos casos vivían en la calle. Kurt, que estuvo un tiempo sin hogar, le da una fuerza especial al tema y la grabación es tan potente que cuando la cadena le pidió a Nirvana que volviera a tarima, el vocalista se negó, asegurando que se trataba de interpretación inmejorable.
UNA DESPEDIDA PARA NIRVANA
Parte de lo doloroso de escuchar este disco en perspectiva es que sea la última grabación de Nirvana, precisamente por la interesante pieza que representa dentro de la evolución del grupo. Para Cobain junto al punk, el folk era un género clave, y este disco deja claro que hubiesen podido revolucionar ese género tanto como lo hicieron con el rock en el 91. Como toda muerte, la de Kurt Cobain es primero una perdida humana, pero sin duda dejó un hueco artístico que nadie más ha podido llenar.
Pero al menos este disco y el resto de su música siguen allí. Es un pequeño testamento musical, pero el ‘Unplugged’ de Nirvana es también la captura de una banda en mitad de un proceso de transformación que nunca pudieron terminar.