Después de su despido en Balaídos, varios jugadores de la plantilla han atizado las formas y el planteamiento del juego del entrenador madrileño
Rafa Benítez es pasado para los aficionados y jugadores en el Celta de Vigo. El club aún tiene que negociar el pago de su despido, tanto en cantidades como plazos. La operación para las arcas celestes es ruinosa, pudiendo superar los 15 millones de euros. Solo Iago Aspas, como capitán del equipo, y Mihailo Ristic, que comparte agencia de representación, se despidieron en público del entrenador madrileño.
Los jugadores, a través de sus declaraciones, están dejando distintas frases que apuntan a la falta de sintonía entre Rafa Benítez y el vestuario. El último en hacerlo fue Fran Beltrán, que lanzó un nuevo dardo al que hasta hace dos semanas era el entrenador de los gallegos. Un técnico que llegó para soñar en grande la temporada del centenario del club. Pero que no ha acabado como les habría gustado.
El dardo de Beltrán a los planteamientos de Rafa Benítez en el Celta
«Rafa os está diciendo es que intentemos bascular, que si uno sube otro baje, que si el balón está en un lado uno tiene que estar para darle la vuelta. Son conceptos que no son nuevos para nosotros pero hacía mucho que no trabajábamos«, reveló Beltrán, jugador del Celta de Vigo. El futbolista fue cuestionado por qué es lo que le pide Claudio Giráldez, nuevo técnico del Celta, desde que llegó.
Esto viene por unas declaraciones del madrileño en el pasado mes de febrero, y que también Iago Aspas se encargó de dinamitar recientemente. «Da igual que nos guste tener un 80% de posesión y encerrar al rival, nosotros no lo podemos hacer«, apuntaba Benítez, lamentando que «cuando tú creas ansiedad es cuando el objetivo está muy por encima de tus posibilidades».
El técnico llegó como una revolución y solo dejó al Celta al límite del descenso
Hablamos de una etapa donde la directiva del Celta había asumido el verano pasado aquella gestión como la piedra angular de su mandato. Se anhelaba una estabilidad que los resultados y los temores dinamitaron: el equipo, con Rafa Benítez al mando, apenas había ganado cinco partidos en 28 jornadas y tras aquella victoria del Cádiz ante el Atlético lo dejó a dos puntos de distancia de los puestos de descenso. En Navidad ya se había roto con Luis Campos, que se encargaba de una inédita asesoría deportiva externa.
Con todo, el periplo de Benítez en el Celta estuvo condicionado por la relación del club con Luis Campos. En los dos últimos años la plantilla del Celta ha perdido talento e identidad y Benítez, que siempre presentó el aval de su trayectoria para defenderse de las críticas y deslizaba que le habían entregado una plantilla con carencias y que el club debería de mejorar su andamiaje para poder crecer. Ahora, tras su salida, el equipo con Claudio Giráldez al frente, ya ha ganado en su primer partido.