El rendimiento del canterano cada vez es más convincente y da pistas a Deco y Laporta de lo que puede deparar el futuro
Fermín López ya no sorprende a nadie en el FC Barcelona. La última semana se ha coronado como uno de los grandes nombres de este resurgir azulgrana. Gol contra el Nápoles en octavos de la Champions y gol en el Metropolitano ante el Atlético de Madrid. Un bagaje que ya comienza a plantear dudas en la zona noble del FC Barcelona.
Porque el centrocampista onubense tiene todo lo que se necesita en el fútbol actual. Estamos ante un portento físico, capaz de presionar durante todo el partido, pero también de llegar al área constantemente. Los partidos ante el Nápoles y el Atlético, de máxima exigencia, demuestran que Fermín López ya es una realidad.
Un centrocampista moderno
Hoy en día, el fútbol va a mil por hora. Los jugadores capaces de asumir ese ritmo tienen mucho ganado. Y Fermín es un pelotero de los modernos. Capaz de presionar muy alto durante todo el partido. Y capaz de aparecer una y otra vez al espacio. El canterano azulgrana siempre pica al espacio, nada de balones al pie.
Es de esos centrocampistas actuales que sorprenden a las defensas irrumpiendo por sorpresa. Ante el Nápoles marcó gol y tuvo otras dos opciones clarísimas. Ante el Atlético, tuvo un mano a mano ante Oblak en la primera parte tras pase largo de Cubarsí y acabó anotando en la segunda tras rematar de cabeza en el área pequeña un servicio de Lewandowski.
Con Fermín duele menos lo de Pedri
La irrupción de Fermín puede llevar al FC Barcelona a tomar decisiones importantes. Ya hemos hablado largo y tendido de lo que ocurre con Pedri González. El canario, cuya calidad está fuera de toda duda, no aguanta el ritmo del fútbol actual. O al menos su cuerpo no.
Las lesiones le están lastrando y de seguir así no se sabe qué pasará en el futuro. Deco y Laporta cada vez están más convencidos de que una venta de Pedri a tiempo, es mejor que aguantar tantas lesiones. Con jugadores como Fermín, estas decisiones son más sencillas de tomar. El relevo está más que asegurado.