Las lesiones del canario ya no sorprenden a nadie y el juego del equipo comienza a no resentirse demasiado
El futuro de Pedri en el FC Barcelona cada vez está más en entredicho. Un futbolista de su calidad, que estaba llamado a ser un referente del estilo Barça, cada vez pasa más inadvertido. El hecho de empalmar lesiones y de no lograr el punto físico idóneo nunca, hace que el canario sea cada vez más intrascendente en el fútbol actual.
Ante el Nápoles se pudo ver. Fermín le da muchísimo más ritmo e intensidad al juego, sin renunciar al estilo. Puede que no tenga tantísima calidad, pero sí la suficiente para que sus virtudes se vean más que sus defectos. El de Pedri es un caso calcado al que también se está viviendo en el FC Barcelona con Ansu Fati.
Pedri no logra alcanzar el nivel que le hizo explotar
Ya ni siquiera se nota tanto cuando Pedri no está. Es cierto que con el canario, el balón fluye más. Pero con Fermín y Sergi Roberto esa falta de magia se suple con juego de posición, saberse el estilo a las mil maravillas y una energía que Pedri ya no puede ofrecer.
Si antes era un drama que el canario causase baja, lo cierto es que ya ni en el FC Barcelona, ni en la Selección, se le echa de menos. Xavi se está dando cuenta que con Fermín y Gundogan puede tener ese complemento ideal de calidad y físico necesario para el fútbol de élite a día de hoy.
Si no cambian las cosas, el futuro pinta mal para Pedri
Tarde o temprano deberá tomar alguna que otra decisión dolorosa el FC Barcelona. Un club del tamaño de los azulgrana no se puede permitir que uno de sus primeros espadas en cuanto a talento se pierda casi media temporada cada año debido a las lesiones. El FC Barcelona debe tener interiores de primer nivel y si Pedri nunca está…
El próximo mes puede ser crucial para analizar qué hacer con Pedri. No por el canario, que está lesionado. Más bien por el FC Barcelona. Si los de Xavi compiten bien en el Metropolitano, en Girona, en Mestalla o en la eliminatoria ante el PSG… será evidente que el club podrá ir pensando en quitarse de encima al tinerfeño.