Tu iPhone está diseñado para funcionar con la precisión de un reloj suizo, minimizando el tiempo que necesitas para ajustar y modificar opciones. Esto se aplica a todos los aspectos del dispositivo y su software. Aunque el resultado puede no ser siempre el esperado, en la mayoría de los casos, se logra el objetivo. No obstante, existen costumbres arraigadas que, a pesar de su intención de resolver un problema, en realidad lo agravan. Un ejemplo de esto es la idea errónea de que cerrar aplicaciones en el iPhone hace que funcione más rápido y ahorre batería.
1No cometas este error común para no estropear la batería de tu móvil iPhone
Es comprensible y razonable pensar que cerrar pestañas reduce el consumo de memoria de tu navegador web y que tener muchas aplicaciones abiertas ralentiza tu PC o Mac. Sin embargo, este no es siempre el caso con Android o iOS. La operación de iOS y del iPhone en sí es diferente a la de una computadora o Mac convencional. Aunque algunos creen que tener muchas aplicaciones en segundo plano disminuye la velocidad de tu iPhone, la realidad es más compleja. En la mayoría de los casos, cerrar aplicaciones no es beneficioso.
El cierre de aplicaciones en el iPhone está diseñado principalmente para cuando “una aplicación no responde o está bloqueada”. Pero si te preocupan las aplicaciones en segundo plano, el rendimiento de tu teléfono o la vida útil de la batería, existen soluciones más eficaces. Así que, desglosemos esto y desmintamos esta creencia tan popular.
Iniciemos desde el comienzo. A diferencia de Windows o macOS, las aplicaciones en iOS no poseen un botón para cerrarlas. En realidad, no se pueden cerrar del todo. Lo que puedes hacer es “forzar su cierre”. Este es un detalle menor, pero nos da una idea de por qué no es aconsejable cerrar aplicaciones en el iPhone como una solución universal.
Para cerrar o forzar el cierre de una aplicación en iOS o iPadOS:
Desliza tu dedo desde el borde inferior de la pantalla hasta su centro. Observarás las aplicaciones abiertas en forma de ventanas emergentes. Desliza tu dedo de un lado a otro para encontrar la aplicación que deseas cerrar. Las aplicaciones se muestran en orden de uso, desde la más reciente hasta la menos reciente. Para cerrar la aplicación seleccionada, desliza su vista previa hacia arriba. En modelos de iPhone anteriores al X, que tienen un botón de inicio físico, tendrás que presionar ese botón dos veces para ver las aplicaciones en vista previa y luego deslizar tu dedo de un lado a otro para seleccionar la aplicación que deseas cerrar. Para cerrarla, como mencionamos anteriormente, simplemente desliza la aplicación hacia arriba.
Una vez que hemos aprendido a cerrar aplicaciones en el iPhone y entendemos su utilidad, es importante entender por qué no es aconsejable forzar el cierre de las mismas. En otras palabras, cerrar aplicaciones no sirve para lo que podrías estar pensando: optimizar el rendimiento del dispositivo o conservar la batería, que son las razones comunes por las que muchos optan por cerrar aplicaciones en segundo plano. Un miembro de la Comunidad de Apple, un foro accesible a todos donde se pueden encontrar soluciones a problemas relacionados con Mac, iPhone, etc., nos proporciona las explicaciones.
Lawrence Finch, el usuario, aclara que las aplicaciones en segundo plano no están realmente en funcionamiento. Están en estado de suspensión, por lo que apenas utilizan recursos. Finch enfatiza especialmente cómo iOS maneja la RAM. Cerrar aplicaciones en el iPhone no “libera” la RAM. El sistema operativo asigna RAM a las aplicaciones por sí mismo. De hecho, sostiene que “si tienes 100 apps en el menú de vista previa, solo las 3 o 4 más recientes usan RAM”.
Además, reabrir una aplicación consume más batería y CPU que “revivirla” desde su estado suspendido. Esto se debe a que cargar una aplicación cerrada desde cero implica activar varios elementos que ya estaban cargados, pero en suspensión, cuando no estábamos utilizando esa aplicación. En resumen, es mejor dejar que iOS maneje los recursos y las aplicaciones. Solo tienes que preocuparte de disfrutar de tu iPhone.
Por supuesto, existen excepciones. Servicios como AirPlay, conexiones Bluetooth o llamadas VoIP, que operan en segundo plano mientras usamos otras aplicaciones, sí gastan batería y memoria, pero solo cuando están activos. Por lo tanto, no tiene sentido cerrarlas mientras están en uso. Y cuando dejamos de usarlas, quedan en estado de suspensión hasta que se necesiten nuevamente.
¿Qué sucede con aplicaciones como WhatsApp, Tiempo, Mail o Instagram? Existen apps que nos proporcionan información actualizada cuando las abrimos en primer plano. O que nos notifican de un mensaje o correo electrónico aunque no estén en primer plano. ¿Significa esto que están en segundo plano consumiendo recursos? La respuesta nos la proporciona el foro especializado StackExchange. Este tipo de apps hacen solicitudes a iOS para conectarse a sus servidores correspondientes. Pero esto no significa que toda la aplicación esté funcionando. Por lo tanto, estas solicitudes consumen muy poca batería y CPU. Y no son solicitudes constantes. Se realizan cada ciertos segundos, minutos, horas o una vez al día.