Primera jornada de la MBFWM y, como no podía ser de otra manera, Ágatha Ruiz de la Prada ha llenado de colorido la pasarela del recinto ferial de IFEMA Madrid con sus originales propuestas. Y, haciendo un guiño a su reciente (y polémica) participación en el talent show de Telecinco ‘Bailando con las estrellas’ -donde abandonó muy enfadada el primer programa al recibir una mala valoración del jurado, siendo expulsada tan solo una semana después- la diseñadora no dudó en marcarse unos pasos de baile durante el desfile.
Al ritmo de ‘No rompas más mi pobre corazón’ de Coyote Dax, Ágatha puso el broche de oro a su colección Otoño-Invierno con una coreografía con un grupo de bailarines, demostrando que cuando quiere baila a las mil maravillas. Una sorpresa que presenciaron desde el front-row su novio, José Manuel Díaz-Patón -muy orgulloso de la diseñadora- y rostros conocidos como Nicolás Vallejo-Nágera, Eduardo Navarrete o Yola Berrocal.
Echamos de menos, sin embargo, a su ex, Luis Miguel Rodríguez ‘El Chatarrero‘, que en los últimos días ha protagonizado muchos titulares por su ‘cita’ en una marisquería de Madrid con Carmen Cervera, desatando todos los rumores de ‘romance’ entre ambos, que tanto la baronesa Thyssen como el ‘rey de la chatarra’ no han tardado en desmentir dejando claro que lo único que les une es una buena amistad.
«Soy muy fan de los dos» ha confesado Ágatha, confirmando que Luismi y Tita «son amigos desde hace mucho tiempo, muchísimo». «Ella es extraordinaria y él también, y me encanta. A él lo que le gusta es comer con señoras y además es genial, le da igual que tenga 16 años que 86, le da igual que sea baronesa que la señora que está limpiando en el desguace, es muy democrático en ese tema» ha añadido entre risas, revelando el lado más conquistador del dueño de desguaces ‘La Torre’.
Un día muy especial en el que la diseñadora también tuvo muy presente a su archienemiga Carmen Lomana, bromeando con la posibilidad de salir a desfilar con ella, «mi hater» -así la llama- «igual que la gente sale a pasear con su perro. «Tener un hater te da categoría, a ver quién tiene uno que tantos días al año te intente machacar. Que me siga insultando me da un nivel Maribel. Gracias a ella me estoy forrando» ha asegurado de lo más risueña.