La soja, ese prodigioso grano que ha conquistado tanto a los paladares más tradicionales como a los adoptantes de las dietas contemporáneas por sus reconocidos beneficios nutricionales, está disponible más cerca de lo que uno podría imaginar. Su presencia se ha hecho habitual en las estanterías de supermercados conocidos, como Carrefour o Alcampo, testimonio de su creciente popularidad y aceptación en la dieta española. No es un secreto que la soja ha sido objeto de estudio por sus muchas propiedades, destacando principalmente por su alto contenido proteico, pero ¿es cierto que contiene el doble de proteínas que el pollo?
La alimentación se ha convertido en uno de los temas centrales de la vida moderna, y con cada vez más información al alcance de la mano, los consumidores han comenzado a cuestionar y explorar diferentes fuentes de nutrientes. La soja, en particular, ha emergido como una opción viable y sostenible en comparación con las proteínas animales, lo que ha promovido su inclusión en una variedad de estilos dietéticos. A lo largo de este artículo, analizaremos con detenimiento las cifras detrás de la afirmación de que la soja posee doble cantidad de proteínas en comparación con el pollo y evaluaremos su disponibilidad en cadenas de supermercados en España.
PROTEÍNAS AL DETALLE: COMPARANDO SOJA Y POLLO
Dentro del ámbito nutricional, la proteína es uno de los macronutrientes esenciales para el desarrollo y mantenimiento de nuestra salud. La soja, como fuente de proteína vegetal, se compone aproximadamente de un 36% de proteínas en su estado más puro, como en el caso de los granos de soja. Por su parte, el pollo, un alimento de referencia en cuanto a fuentes de proteína animal se refiere, contiene alrededor de un 19% de proteínas. Si bien esto no constituye exactamente el “doble” de proteínas, la diferencia es significativa y pone de manifiesto la densidad nutricional de la soja.
Es preciso señalar que, además de la cantidad de proteínas, la calidad de estas también es crucial. Las proteínas de la soja incluyen los nueve aminoácidos esenciales, lo que las hace un “proteína completa”, un título que usualmente se reserva para las fuentes animales. Este perfil de aminoácidos hace que la soja no solo sea una fuente proteica envidiable, sino también un sustituto excelente para aquellas personas que busquen alternativas a la carne.
Las preparaciones de la soja son diversas, y la manera en que se presenta en los supermercados puede alterar su contenido proteico. Tofu, tempeh y leche de soja son algunos de los formatos que la industria ofrece, cada uno con una concentración diferente de proteínas, pero aun así manteniendo un perfil nutricional destacado.
LA SOJA EN LA CESTA DE LA COMPRA: DISPONIBILIDAD EN SUPERMERCADOS
Dar con la soja en establecimientos españoles es hoy en día una tarea sencilla. Cadenas como Carrefour y Alcampo destacan por un surtido nutrido de productos basados en la soja, los cuales abarcan desde los granos propiamente dichos hasta preparaciones más sofisticadas. Este grano, que en tiempos pasados era exótico y rara vez se encontraba fuera de tiendas especializadas y mercados internacionales, ha encontrado un lugar permanente en los pasillos de los supermercados convencionales.
La disponibilidad no se circunscribe solo a las tiendas físicas. El comercio electrónico, ámbito que ha visto un crecimiento exponencial durante la última década, permite ahora a los interesados adquirir productos a base de soja con tan solo unos clics, ampliando así su accesibilidad. Además, la variedad de estos productos ha crecido, presentando opciones que van desde lo orgánico y natural hasta alternativas que buscan imitar a las carnes en textura y sabor, respondiendo a la demanda de un mercado en constante cambio.
Es menester mencionar que, a pesar de la palpable omnipresencia de la soja, es importante que los consumidores lean las etiquetas y se informen adecuadamente acerca de la procedencia y modos de producción de estos productos, ya que la calidad puede variar considerablemente. Ya no es solo una cuestión de presencia en el estante, sino de hacer una elección informada y acorde a las preferencias y necesidades personales de cada uno.
BENEFICIOS Y ASPECTOS A CONSIDERAR DE LA SOJA
La soja no solo sobresale por su contenido proteico; su listado de beneficios para la salud es extenso. Además de proteínas, aporta fibra, vitaminas del grupo B, minerales como hierro y calcio, y es una fuente rica en isoflavonas, unos compuestos con una estructura química similar a los estrógenos que han sido objeto de estudios por sus posibles efectos beneficiosos en la disminución de síntomas de la menopausia y en la prevención de algunas enfermedades.
Sin embargo, cualquier alimento, por beneficioso que sea, puede tener contraindicaciones. En el caso de la soja, se ha discutido sobre sus isoflavonas y su posible influencia en el funcionamiento hormonal, aunque los estudios hasta la fecha no han demostrado efectos negativos significativos en el consumo moderado de soja.
La sostenibilidad es otro punto fuerte de la soja frente a las proteínas de origen animal. Su producción tiene, en general, una huella de carbono más baja y utiliza menos recursos naturales. Este aspecto es cada vez más tenido en cuenta por los consumidores conscientes del impacto ambiental de sus elecciones alimentarias.
COCINANDO CON SOJA: UN UNIVERSO DE OPCIONES GASTRONÓMICAS
La versatilidad culinaria de la soja le permite adquirir protagonismo en una miríada de recetas que van más allá de las fronteras de la cocina oriental, de donde es originaria. En España, la adaptación de platos típicos para incorporar la soja es cada vez más común, desde los ‘sojajones’ hasta la ‘paella de soja’. La capacidad de este grano para absorber sabores y presentarse en diversas texturas lo hace ideal para experimentar en la cocina y ofrece una alternativa para aquellos en busca de reducir su consumo de proteínas animales sin sacrificar el gusto ni la calidad nutricional.
Además, se ha convertido en un ingrediente fundamental en la dieta de deportistas y personas con alto rendimiento físico, ya que su contenido en proteínas de alta calidad ayuda a la reparación y crecimiento muscular. No es raro encontrar recetas de ‘smoothies’, ‘bowls’ y barras energéticas que incluyen algún derivado de la soja como complemento ideal para una alimentación enfocada en el bienestar y el rendimiento deportivo.
Cabe resaltar que la manera en que se cocina la soja puede influir en sus propiedades nutricionales. Por ejemplo, cuando se fermenta, como en el caso del tempeh, se mejora su digestibilidad y aumenta su contenido de ciertos nutrientes, como la vitamina B12, a menudo escasa en dietas vegetarianas y veganas.