Para el turismo los problemas son más que evidentes. Los precios de los pasajes, que pueden cambiar debido a las nuevas tarifas aeroportuarias de AENA, los problemas en los aeropuertos por inmigrantes y los efectos de la crisis inflacionaria, pueden ser un problema para que los datos del sector sean positivos, pero ahora se suma a los problemas la sequía que por las medidas que obliga a las ciudades a tomar puede afectar directamente a varios sectores más allá de la agricultura.
El caso de Cataluña es especialmente claro. La Generalitat declaró estado de emergencia por la sequía el pasado 2 de febrero, y 163 municipios de Barcelona están en situación de emergencia y con restricciones que van desde la prohibición del lavado de coches hasta bajar la presión del grifo en algunos municipios. Además, justo mientras estos protestan por las medidas de Bruselas, se le pedirá reducir el consumo un 80% para el riego agrícola, en un 50% el de ganadería y en un 25% el industrial.
A esto se suma la prohibición de regar los jardines privados y públicos, excepto si es para la supervivencia del arbolado o jardines botánicos públicos (en fases I y II) siempre que se haga con aguas regeneradas o freáticas. Es un problema directo para el paisaje catalán que puede causar daños importantes a la flora local, muchas veces ubicada en el sector privado.
Ya los hoteles, que tendrán que llenar sus piscinas con agua salada en Semana Santa y verano si se mantiene la alerta, han empezado a tomar medidas para avisar a los inquilinos. Desde informar sobre los cambios en la presión del grifo hasta carteles de concientización, pero si la sequía continúa, es posible que estas medidas sean aún más estrictas de cara a la temporada vacacional, y por tanto espante a posibles turistas.
Es una preocupación clara para las aerolíneas y el sector ferroviario, como lo informan fuentes del sector, y una sobre la que ellos tienen pocas medidas que aplicar. Si bien hay previsiones que se pueden tomar desde el Gobierno y las comunidades, y desde la oposición, el PP ha aprovechado el hecho de que no se tomaran a tiempo como nueva arma arrojadiza, en el fondo lo que único que se puede lograr es ganar tiempo, mientras que vuelve a llover y aumenta el caudal de los ríos y embalses usados para proveer a las grandes ciudades de agua potable.
SÁNCHEZ REACCIONA A LA SEQUÍA
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha asegurado que «garantizar el abastecimiento del agua, ya sea en Cataluña o en Andalucía» y atajar las causas que provoca la sequía, es lo «urgente y lo más importante».
En el marco de la inauguración de la Feria Internacional de Energía y Medioambiente (Genera 2024), que se celebra en IFEMA Madrid, y en la que estuvo acompañado por la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, Sánchez defendió la necesidad de tomar «acciones inmediatas» ante la sequía que golpea ya algunos territorios del país.
En este sentido, subrayó que, «más allá del reparto de competencias» de un Estado descentralizado como España, el Gobierno «está poniendo, ha puesto y va a continuar poniendo todos los medios a su alcance para combatir la sequía en aquellos territorios que lo padecen». Es al menos una señal de que hay ojos puestos sobre la situación de parte del estado, aunque de momento, más allá de la solución temporal y costosa de enviar buques con agua dulce a las zonas afectadas, y que puede tener un costo muy alto para mantener la medida por varios meses.
«Al contrario de lo que pregonan irresponsablemente discursos negacionistas, creo que trabajar por la eficiencia, en el ámbito energético y también en el uso del agua, es un imperativo ineludible», sentenció en su intervención.
CUENTA ATRÁS PARA EL TURISMO DE LAS VACACIONES
La Semana Santa y el verano están cada vez más cerca, y junto a ellos además del turismo se acercan eventos y procesos de sembradíos que piden uso de agua. Lo cierto es que además del turismo puede afectar sectores como el mercado de alimentos y la cultura, es complicado imaginar que los grandes festivales, por ejemplo, puedan funcionar sin problemas si hay fallos en el suministro de agua.
Cuando menos, esto obliga a los sectores a prepararse para un problema sin solución. Aunque se pueden tomar medidas para prepararse, la lluvia es simplemente necesaria para resolver la crisis actual y que los sectores afectados puedan atravesar la situación de la mejor forma posible.