La presidenta del Parlament, Anna Erra, ha propuesto dejar en suspenso el protocolo para la prevención, detección, abordaje y resoluciones de situaciones de acoso de la Cámara, y lo ha hecho mientras siguen abiertos los casos que afectan a las diputadas de Junts Aurora Madaula –secretaria segunda de la Mesa– y Cristina Casol, según han explicado fuentes parlamentarias a Europa Press.
Según ha avanzado Nació Digital, la propuesta de Erra recibió la oposición frontal del resto de presentes en la reunión de la Mesa del Parlament, en este caso de PSC-Units, ERC y la CUP, por lo que decayó.
De hecho, fuentes de la CUP consultadas han explicado que se opusieron «rotundamente», ya que consideran que supondría una situación de indefensión para posibles víctimas y una inacción del Parlament, y han detallado que propusieron reforzar el protocolo y su capacidad de prevención y abordaje, pero no dejarlo en suspenso.
Por su parte, el equipo de la presidenta del Parlament no ha querido pronunciarse de momento sobre esta cuestión.
MADAULA Y CASOL
Todo ello tiene lugar en plena crisis abierta en Junts por los casos de Madaula y Casol, afines a la presidenta del partido, Laura Borràs, que han manifestado haber sido víctimas de casos de acoso por razón de género en el grupo parlamentario.
Madaula, que sigue de baja, habló en el ‘Parlament de les Dones’, en noviembre del año pasado, que había sufrido «violencias silenciosas» de compañeros, lo que provocó un malestar generalizado en el grupo.
La misma Erra se reunió con ella y le instó a reflexionar sobre su continuidad como secretaria segunda de la Mesa, y 22 de los 32 diputados de Junts firmaron un texto en su contra que presentaron a la Comisión de Garantías, que también recibió la queja que presentó la propia afectada.
En el caso de Casol, el informe de la Oficina de Igualdad del Parlament concluyó que no había hechos probados –literalmente– en la denuncia por acoso de la diputada, pero sí describía un ambiente de tensión y trabajo «dónde el machismo cultural está arraigado».
El grupo trató la cuestión en la reunión ordinaria del martes y está sobre la mesa la posibilidad de expulsarla si se niega a entregar su acta, como lo han reclamado también más de una veintena de diputados.
Está previsto que el partido aborde el caso en la ejecutiva del próximo lunes, pero Casol ya ha trasladado que no dejará su escaño y su intención de pasar al grupo mixto en caso de que la expulsen, según fuentes consultadas.