La transparencia empresarial es una virtud considerable que cualquier modelo de negocio actual debe potenciar al máximo. Esto cobra mayor relevancia cuando hablamos de procesos de compraventa de empresas, ya que hay mucho dinero en juego y cualquier error en esta operación puede suponer pérdidas catastróficas. Ante tal realidad, queremos otorgar especial interés a uno de los procedimientos más destacados en la materia: la Due Diligence o diligencia debida. Veamos en detalle en qué consiste, qué ventajas plantea y cuáles son las más habituales hoy en día.
Due Diligence como medio hacia la transparencia corporativa
Cuando una empresa se pone a la venta, ha de mostrar su realidad corporativa tal y como es. Para ello, el trabajo de la due dilligence se antoja sumamente efectivo. Hablamos de una auditoría que supervisa de manera profunda el estado de la compañía en cuestión, evaluando temas como su situación económica y patrimonial, el marco laboral y fiscal o, en la actualidad, la sostenibilidad.
Una diligencia debida siempre se ha de realizar por parte de consultoras ajenas a la corporación, asegurando la máxima objetividad en los informes generados. Unos documentos que sacarán a la luz posibles contingencias y riesgos en torno a la compañía o su posible adquisición. Si tienes pensado invertir en una empresa, es imperativo que contrates esta auditoría. Mientras que, si la vas a vender, disponer de dichos informes es una manera de incentivar que los inversores se fijen en ti.
Cuáles son las diligencias debidas más habituales
Due Diligence financiero
Una de las diligencias debidas que nunca falla es la económica. A través de una due diligence financiero se revisan las cuentas de la compañía en aras de determinar su rendimiento en el pasado, en el presente y, a modo de previsión, en el futuro. Cualquier inversor aspira a obtener ganancias tras la compra, por lo que la información de dichos análisis es determinante en la decisión final.
Para ello, los auditores se encargan de comprobar los estados financieros y contrastar que las cifras anunciadas por la empresa coinciden con la realidad material del negocio. De hecho, esto no solo se debe hacer para verificar la solvencia corporativa de la organización, sino también como pauta de seguridad en aras de prevenir posibles problemas legales en un futuro.
Due Diligence laboral
No podemos dejar de lado la due diligence laboral, la cual tiene por objetivo establecer cuál es el valor de los recursos humanos de la compañía. Es decir, supervisa a los empleados de la organización en aras de determinar cómo se plantea el desarrollo empresarial con este mismo personal.
La formación, la experiencia, la remuneración, la edad y la productividad se presentan como los valores más relevantes en este aspecto. Asimismo, es importante comprobar que todo lo relativo a las nóminas se está llevando correctamente. De nuevo una forma de anticipar riesgos y de conocer el éxito de la operación de antemano.
Due diligence fiscal
Finalmente encontramos la diligencia debida del marco tributario, conocida como due diligence fiscal La situación fiscal de una compañía marca en gran medida cómo va a ser su futuro, averiguando así si hay multas de Hacienda de por medio o cómo va a evolucionar su actividad económica concreta. Si se compra una empresa con deudas, el nuevo dueño tendrá que pagarlas y esto podría poner en juego su estabilidad financiera.
Como habrás podido observar, todos los análisis corporativos planteados son esenciales. También han surgido nuevas tendencias en el sector como la due diligence de sostenibilidad, la cual suele estar ligada al marco fiscal a causa de los beneficios tributarios que hay en torno a la aplicación de las políticas ecológicas.
Sea como sea, antes de hacer una compra de estas características, resulta crucial ponerse en contacto con un despacho especializado de renombre. Ellos profundizarán en cada rincón de la empresa que van a auditar y te darán una información tan veraz como objetiva. Lo cual se presenta como el mejor recurso para certificar la seguridad en estas operaciones.