Las secuelas nunca han sido buenas, pero las mascarillas intentarán ser la excepción. La cantidad de personas con gripe, covid y otras infecciones respiratorias típicas del invierno ha hecho que, ignorando los deseos de las comunidades autónomas, el Gobierno ha dado la orden a través del ministerio de Sanidad presidido por Mónica García que se lleven las mascarillas en los centros de salud, una decisión que no se ha tomado a la ligera.
De hecho, el anuncio ocurre al mismo tiempo que varios hospitales retrasan las operaciones no urgentes para conseguir algo de oxígeno en las urgencias. La realidad es que la situación es delicada, no solo por la realidad actual, sino por el incómodo recuerdo que viene de la mano con la convocatoria, es decir, la pandemia y la crisis social y económica que vino de la mano de la misma. Es un trauma reciente que desde el Gobierno y el Ministerio deben tener en cuenta a la hora de tomar medidas en este tipo de momentos.
El retorno de la mascarilla no es la única medida aplicada por sanidad. Las ‘autobajas’ de tres días y jornadas de vacunación, en especial para los más jóvenes que vuelven al colegio tras las vacaciones de navidad. Dado que los médicos y profesionales de la salud también se encuentran llegando de vacaciones, el colapso ha sido mucho peor que en otros años. De hecho, durante la pandemia buena parte de estos trabajadores estaban en urgencias, así que aun habiendo más casos de enfermedad respiratoria, y mucho más, graves, al menos había más personas en capacidad de ayudar.
Mientras tanto, la consejera de salud y consumo de Andalucía, Catalina García, ha asegurado que Andalucía «aceptará» el uso obligatorio de la mascarilla en hospitales, centros sanitarios y farmacias «si hay una imposición». Aun así, ha señalado que no «cree oportuno saltarse los órganos y tomar decisiones de esta forma, no nos parece bien la forma, porque queremos que sean decisiones tomadas con el aval técnico de dos órganos colegiados, que son la Ponencia de Alertas y Comisión de Salud Pública».
De cualquier modo, más allá del choque entre algunas comunidades y el ministerio, no hay duda de que se trata de una situación complicada. A medida que suban las temperaturas, lo normal es que los números bajen, pero de cualquier modo quedan al menos dos meses antes de que se acabe, del todo el invierno aún quedan semanas en las que hay que tener cuidado. De hecho, aunque no es obligatorio, no parece mala idea usarlas en transporte público dada la cantidad de contagios.
LAS MASCARILLAS REVIVEN EL DUELO DE AYUSO Y MÓNICA GARCÍA
Lo cierto es que la decisión de recuperar la obligatoriedad de las mascarillas en centros de salud, además de generar controversia en medios, ha reactivado la medida eterna rivalidad entre la presidenta de la comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y la actual ministra y hasta hace poco portavoz de Más Madrid Mónica García.
Ayuso aseguró que «hacer las mascarillas obligatorias ahora demuestra improvisación» y ha defendido que Madrid «tiene menor incidencia porque lleva mucho tiempo trabajando contra la gripe». Es bueno señalar que a pesar de la posición de la presidenta, su propia consejera de sanidad, Fátima Matute, aseguró en que en la capital se cumplirá lo que diga el Gobierno, aunque al igual que Andalucía desearían que la decisión se hubiese negociado con las CCAA.
«Nosotros no estamos en contra del uso de las mascarillas, estamos poniendo en duda cómo se ha gestionado todo esto por parte de la ministra de Sanidad», ha explicado Matute en declaraciones a ‘Antena 3’ recogidas por Europa Press.
VARIAS COMUNIDADES SE PREPARAN PARA VACUNAR SIN CITA PREVIA
Mientras tanto, y con la idea de evitar más contagios de gravedad, varias comunidades autónomas están reforzando sus planes anuales de vacunación sin cita previa. Valencia, Extremadura y Baleares han anunciado refuerzos a su modo intentando que sobre todo los niños y la población en riesgo se tomen el tiempo de vacunarse en los próximos días. Aunque aún hay algo de ruido sobre el tema de la población antivacunas que protestó durante la crisis del Covid es bueno señalar que ninguna de ellas, ni el ministerio de Sanidad, han hecho el ademán de hacer de la misma obligatoria.