La crisis del mar Rojo amenaza de nuevo el consumo en España

La crisis de Israel y el mar Rojo está teniendo un efecto directo en la situación de Europa, no solo por el efecto político que ha tenido en países como España, donde la forma de abordar la situación ha creado divisiones incluso dentro de los propios partidos, sino a nivel económico de la región. El problema es simple: El continente se ha hecho cada vez más dependiente de la producción de algunos productos fuera de sus fronteras y la crisis ha cortado o al menos complicado el paso por el mar Rojo, una de las rutas clave del transporte marítimo de mercancías y materiales. 

Es el motivo por el que Estados Unidos buscó apoyó de aliados de la OTAN para hacer presencia en la zona, y es el motivo por el que aliados de Hamás en el conflicto han decidido apuntar contra los buques que atraviesan la zona rumbo a Occidente. Es un punto complicado que ocurre además mientras que la sequía en el canal de Panamá complica otra ruta para el comercio marítimo. Es una suma de problemas que sin duda se hará evidente en los próximos meses no solo a nivel geopolítico sino en nuestro bolsillo.

Es que sin el mar rojo los productos que deban atravesar la zona tardarán más tiempo y el viaje podrá ser más costoso para las empresas que esperan atravesar la zona. Lo peor es que dado el aumento de las tensiones en Irán, es fácil imaginar que la situación pueda seguir empeorando, además con la situación en Panamá en un momento delicado, y con una parte del comercio con Rusia interrumpida debido a la guerra en Ucrania.

Es además un costo que puede notarse sobre todo en la energía. El mar Rojo es una de las principales conexiones con medio oriente, lo que lo hace una zona clave para el transporte de petróleo y gas que, a pesar de los intentos de reforzar los proyectos de energía limpia, sigue siendo importante para el normal funcionamiento del continente.

Que dos de las rutas marítimas clave del comercio internacional estén interrumpidas es mala noticia para la mayoría, pero no para las empresas dedicadas al transporte marítimo. Es que las rutas más largas también pueden representar mejores ingresos por viaje, aunque al mismo tiempo deben asumir reducir la frecuencia, por lo que puede ser un arma de doble filo, sin contar con que el crecimiento en situaciones de crisis para otros sectores muchas veces no es sostenible cuando vuelven a la normalidad. 

LAS EMPRESAS EMPIEZAN A REACCIONAR AL CAOS EN EL MAR ROJO

El gigante danés del transporte de contenedores A.P. Moller-Maersk, la segunda mayor compañía mundial del sector, que esta semana suspendió el tránsito de sus barcos a través de la ruta del mar Rojo/golfo de Adén, ha anunciado que desviará su tráfico hacia el cabo de Buena Esperanza durante «el futuro previsible».

En un comunicado, la compañía escandinava ha señalado que la situación en la zona del mar Rojo evoluciona constantemente y sigue siendo muy volátil, añadiendo que el riesgo de seguridad sigue estando en un nivel «significativamente elevado».

«Por lo tanto, hemos decidido que todos los buques de Maersk que transiten por el mar Rojo y el golfo de Adén serán desviados hacia el sur, alrededor del cabo de Buena Esperanza, en el futuro previsible», ha anunciado.

En este sentido, si bien sigue esperando una resolución en el futuro cercano, Maersk ha alentado a sus clientes a prepararse ante la posibilidad de que persistan las complicaciones en el área y se produzcan interrupciones significativas en la red global.

Mientras tanto, la dirección de la fábrica de Michelin en Vitoria-Gasteiz ha comunicado este viernes a los representantes de los trabajadores que cerrará la fábrica los días 13 y 14 de enero por la falta de caucho debido al conflicto en el mar Rojo como consecuencia de los ataques a barcos con destino Israel por parte de los hutíes, lo que supondrá que se dejen de producir 40.000 ruedas de Turismo, 280 toneladas de neumáticos de Ingeniería Civil, y mil toneladas de fabricación de las diferentes mezclas de goma.

EN ESPAÑA LA POLÍTICA SIGUE APARTADA DE OCCIDENTE EN LA CRISIS DE MEDIO ORIENTE

Pero mientras que el resto de las democracias occidentales intentan evitar que la situación tenga un efecto mayor en su economía, España sigue señalando a Israel por sus acciones de defensa. Solo este fin de semana, durante la Pascua Militar, la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha reclamado este sábado que no haya «silencio» ante las violaciones de los principios básicos y reglas del derecho internacional humanitario ni de la Carta de la ONU, «sea cual sea el lugar donde se produzcan», y las ha condenado en Gaza, región para la que también ha pedido un alto el fuego «inmediato» y «permanente».

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Discurso De La Ministra De Defensa, Margarita Robles, En El Acto De La Pascua Militar El 6 De Enero De 2024 En Madrid Europa Press 06/1/2024

El problema es que es complicado pensar en una solución real para la situación. Aunque es lógico desear una solución pacífica, el aumento de las tensiones en la región obliga a Israel a mantener su ofensiva, por lo que la situación en el mar rojo, y su efecto en las empresas, seguramente se mantendrá mucho tiempo.