La estatua del oso y el madroño es uno de los símbolos más emblemáticos de Madrid. Se encuentra ubicada en la Puerta del Sol, una de las plazas más concurridas de la ciudad. La escultura, realizada en piedra caliza y cobre, representa a un oso pardo sentado sobre un madroño.
El oso está erguido, con las patas delanteras apoyadas en el tronco del árbol. La historia de esta estatua es, sin embargo, mucho más desconocida de lo que se cree. En este artículo, vamos a contarte algunos datos curiosos sobre su origen, su construcción y su significado.
1El origen de los símbolos de Madrid
Los orígenes de los símbolos de Madrid se remontan al siglo XIII. En aquella época, la ciudad era un pequeño pueblo rodeado de bosques. Los habitantes de Madrid se dedicaban a la agricultura y a la ganadería, y los bosques eran una fuente importante de recursos. En 1222, el Concejo de Madrid y el Cabildo de Curas y Beneficiarios llegaron a un acuerdo para repartir las tierras adyacentes a la ciudad. Los pastos quedaron en manos del Cabildo, y los bosques, en manos del Concejo.
Para simbolizar este acuerdo, el Concejo de Madrid decidió incorporar a su escudo un oso rampante, es decir, un oso que se alza sobre sus patas traseras. El oso era un animal común en los bosques madrileños, y representaba la fuerza y la resistencia de la ciudad. El madroño, por su parte, era un árbol también abundante en la zona. Su fruto, el madroño, era un alimento importante para los habitantes de Madrid.