China ha logrado un avance significativo en el ámbito del desarrollo armamentístico, marcando un hito tanto por sus posibles aplicaciones militares como por su impacto en la rivalidad naval entre Pekín y Washington. Este logro destaca no solo por las capacidades del arma en sí, sino también porque otorga a los ingenieros chinos una ventaja notable sobre sus contrapartes estadounidenses. Un grupo de expertos de la Marina china afirma haber diseñado y probado con éxito un railgun, un cañón de riel electromagnético que ha demostrado su resistencia sin sufrir daños durante las pruebas de disparos continuos. Este acontecimiento plantea nuevas dinámicas en el equilibrio de poder en el escenario militar global.
1Este avance en tecnología militar no lo ha logrado Estados Unidos
Aunque el término puede no ser ampliamente reconocido fuera del ámbito militar, su significado representa un avance destacado, especialmente en términos estratégicos en el ámbito armamentístico.
El railgun, un salto evolutivo en armamento. Aunque su nombre abreviado podría carecer de relevancia, su denominación completa ofrece una pista clara sobre las características distintivas de esta tecnología. Los cañones de riel electromagnético son armas diseñadas para disparar proyectiles a velocidades excepcionalmente altas y lograr alcances considerablemente extensos. ¿Cómo? Al redefinir su mecanismo de operación. Estas armas reemplazan el propulsor químico convencional utilizado para disparar balas, el cual impulsa los proyectiles mediante una reacción con pólvora que les permite alcanzar velocidades notables. En cambio, los cañones de riel electromagnético optan por una estrategia diferente, prescindiendo del polvo negro y empleando fuerza electromagnética para propulsar las balas a velocidades y distancias extraordinarias. A pesar de que el concepto no es nuevo, ya que fue explorado por el inventor francés André Louis Octave Fauchon-Villeplée hace más de un siglo, su desarrollo integral con todo su potencial ha tardado décadas en materializarse. Este enfoque ha atraído el interés de naciones como Japón, Estados Unidos y, recientemente, China, que ha logrado un avance significativo en su aplicación.
Según informa el periódico hongkonés South China Morning Post (SCMP), un equipo de ingenieros de la Marina china ha logrado construir un railgun con la capacidad de disparar múltiples proyectiles de manera rápida y a largas distancias. Lo más destacado de este avance es que el sistema puede realizar disparos continuos sin sufrir daños, superando uno de los desafíos fundamentales que han limitado el despliegue pleno de esta tecnología hasta ahora. Este logro representa un hito en el desarrollo de armas electromagnéticas y posiciona a China como un actor significativo en la vanguardia de la innovación militar.
El logro de velocidades hipersónicas ha sido destacado en las revelaciones del SCMP. Según la información proporcionada, el equipo chino ha logrado que su railgun dispare proyectiles a una asombrosa velocidad de dos kilómetros por segundo, lo que se aproxima a Mach 6 (seis veces la velocidad del sonido). Este alcance coloca cualquier objetivo dentro de un radio de 100 a 200 kilómetros en su mira. Algunos expertos incluso sugieren que este límite podría superarse, otorgando al arma un alcance notablemente superior al de los proyectiles de artillería convencionales, que apenas abarcan algunas decenas de kilómetros, como destaca el periódico hongkonés.
Lo que resulta tan impresionante como su alcance es la capacidad del sistema para realizar disparos continuos sin sufrir daños significativos. Durante una de las pruebas, los expertos dispararon 120 proyectiles sin que el sistema mostrara deterioro relevante. Este hecho es considerado sin precedentes, como subraya el equipo del National Key Laboratory of Electromagnetic Energy del Naval University of Engineering, que detalló sus logros en un artículo publicado el 10 de noviembre.
Estas características convierten a los cañones de riel en un recurso valioso para contrarrestar posibles ataques desde el aire o el mar, consolidándose como una carta clave en la disputa por el control naval, un conflicto en el que tanto Washington como Pekín están profundamente involucrados. En los últimos años, China ha destacado en sus esfuerzos para fortalecer su flota de submarinos, sistemas de detección y una red de telecomunicaciones. Un ejemplo de ello es el ambicioso proyecto denominado «Gran Muralla Submarina«, desplegado en las aguas del Mar de China Meridional, con el objetivo de debilitar la presencia submarina estadounidense, hasta ahora determinante.
Es importante señalar que, aunque los railgun se consideran una tecnología valiosa para los ejércitos y podrían cambiar el panorama en futuros conflictos, su desarrollo ha enfrentado desafíos significativos, especialmente en términos de su integridad y la capacidad de resistir disparos repetidos sin sufrir daños graves.