Este novedoso material permite reducir la pulpa virgen en las cajas de exportación, lo que podría salvar más de 60.800 árboles al año, solo en Chile.
«Debido al suministro más limitado y caro de celulosa virgen, ahora es un excelente momento para realizar una revisión estructural de los envases hacia otros más sustentables», señala Oscar Díaz Hidalgo, CEO y cofundador de SouthHemp.
La sostenibilidad ha pasado a ser un factor decisivo en las elecciones de los consumidores, con un 43 % de ellos prefiriendo marcas basándose en sus valores medioambientales (The changing consumer landscape, Deloitte). De hecho, según comenta Oscar Díaz Hidalgo, «el 51 % del crecimiento de marcas de consumo masivo viene de productos comercializados como sustentables, mostrando el gran potencial de ventas con una alternativa que el consumidor final busca».
Aun así, los exportadores de alimentos enfrentan el significativo desafío de usar solo papel virgen en sus cajas de exportación, ya que la pulpa reciclada no resiste la humedad. Esta alternativa, a pesar de ser menos sustentable, se ha convertido en la norma de comercialización, marcando una encrucijada crítica entre la práctica industrial y la responsabilidad ambiental.
Sin embargo, este panorama está por cambiar, gracias a la nanotecnología de hemp (cáñamo de uso industrial) de SouthHemp, que revolucionará la industria. Esta biotecnología permite incrementar el uso de papel reciclado en cajas de exportación de alimentos hasta en un 50 %.
Este nano-bio-aditivo mejora la permeabilidad del papel hecho con pulpa reciclada, así como su resistencia mecánica, además de darle efecto barrera al agua y el oxígeno.
Con una inversión de 1.100.000 de dólares en I+D, el producto, desarrollado 100 % con hemp, presenta ventajas significativas en comparación con otras fuentes, como el pino y el eucalipto, como una mayor pulpa por kilo de material y una huella hídrica considerablemente menor.
El proyecto es una iniciativa chilena llevada a cabo en España en colaboración con Eurecat, uno de los centros tecnológicos más grandes del país ibérico, donde la planta de producción de este novedoso material fue instalada. Consiste en una producción de ciclo cerrada y no contaminante, que convierte celulosa de cáñamo en un bioaditivo de última generación y 100 % natural.
Esta innovación surge en un momento crucial, ya que los costos de envases de cartón y papel han aumentado a nivel mundial. Solo en Estados Unidos, los precios del cartón han subido un 29 % en la última década (según el Departamento de Agricultura de EE. UU.), debido a diversos factores: desde el incremento de las ventas online y el delivery de alimentos hasta restricciones al plástico de un solo uso y los impactos del cambio climático, como los incendios forestales.
SouthHemp: pioneros en nanobiotecnología a base de hemp
Con el propósito de liderar una transición hacia una industria del papel más sostenible, SouthHemp ha inaugurado una de las primeras plantas de nanocelulosa de cáñamo en el mundo. Estos nano-bio-aditivos de última generación apuntan a disminuir la dependencia de pulpa virgen, promoviendo una exportación más sostenible.
La nanocelulosa es la respuesta a un desafío ambiental creciente. Siendo renovable, biodegradable y versátil, permite aumentar hasta en un 50 % el uso de pulpa reciclada, lo que reduce significativamente el costo de cada caja. En un negocio donde el volumen es clave, como el de los exportadores, ahorrar incluso 10 centavos por caja puede traducirse en un ahorro sustancial: una mejora de su última línea de hasta 30.000 dólares por cada 300.000 cajas exportadas.
Con este gran paso, SouthHemp está revolucionando la industria de papeles y cartones, con una solución circular y escalable, que entrega mayor valor agregado a toda la cadena de comercialización.