La izquierda y la derecha española se enfrentan por el conflicto entre Israel y Palestina. Tras la controvertida visita de Pedro Sánchez a Israel, en la que el presidente español adoptó una posición inicial de respaldo al derecho de Israel a defenderse, seguida de un llamado a que el país cumpla con el derecho internacional y humanitario, Vox, liderado por Santiago Abascal, criticó duramente al mandatario. Abascal acusó a Sánchez de ser una «vergüenza para España y para Europa», señalando que Hamás agradeció al presidente español por su postura, lo que generó comparaciones con el apoyo previo de ETA a Sánchez.
Santiago Abascal, líder de Vox, ha tomado la delantera y ha viajado a Israel con el objetivo de transmitir al primer ministro Benjamin Netanyahu «la vergüenza que la mayoría de los españoles siente por las declaraciones de Pedro Sánchez». Vox, en su afán por distanciarse tanto del Gobierno como del PP, se posiciona en contra de la postura defendida por estos últimos, quienes abogan por la creación del Estado de Palestina como una respuesta al reciente ataque terrorista.
Mientras el PP, bajo la dirección de Alberto Núñez Feijóo, aboga por una solución acorde con el derecho internacional y humanitario, Vox busca establecer una clara demarcación y expresar su descontento con las posturas adoptadas por la izquierda y la derecha española en el conflicto en curso en Israel.
Santiago Abascal, líder de Vox, ha expresado su firme oposición al Gobierno de España al visitar Israel junto a compañeros de partido. El propósito de la visita fue conocer de cerca los efectos de los ataques perpetrados por Hamás y mostrar su respaldo a Benjamin Netanyahu. Esta iniciativa de Vox surge apenas horas después de anunciar una supuesta ruptura de relaciones con el Partido Popular.
La postura de Vox contrasta con la del PP, liderado por Alberto Núñez Feijóo, quien, atrapado en su programa electoral, defiende la creación del Estado de Palestina como respuesta a los recientes actos terroristas. Mientras el PP aboga por una solución en consonancia con el derecho internacional y humanitario, Vox critica que Pedro Sánchez se haya alineado con los terroristas de Hamás.
En su visita a Jerusalén, Abascal, acompañado por Hermann Tertsch y Jorge Martín Frías, director de la Fundación Disenso, se reunió con el ministro israelí de Asuntos de la Diáspora y Lucha contra el Antisemitismo, Amichai Chikli, así como con el ministro de Agricultura, Avi Dichter. Ante ellos, Abascal expresó la vergüenza que, según Vox, la mayoría de los españoles siente por las declaraciones de Pedro Sánchez y los supuestos aplausos recibidos de Hamás.
La delegación fortaleció su relación con el gobierno de Netanyahu y Likud, destacando la posición de Israel como dique de contención frente al islam radical. Además, visitaron la ciudad de Sderot y un kibutz atacado el pasado 7 de octubre, donde una masacre dejó 1.200 muertos y 240 secuestrados, con más de un centenar aún retenidos.
Abascal por su parte, no da por concluida su agenda internacional y planea viajar próximamente a Buenos Aires para asistir a la toma de posesión de Javier Milei como presidente de Argentina. Esta visita se enmarca en la afinidad política y personal que une a Abascal y Milei. Cabe destacar que Abascal ya había expresado sus preocupaciones en instituciones europeas en Estrasburgo, denunciando la «grave situación» en España debido al «asalto constitucional» del Gobierno, y se reunió con Giorgia Meloni, una figura política afín.
La postura de Vox: Desmarcándose de la izquierda y el PP y apoyando a Netanyahu en el conflicto israelí
La postura de Vox en el conflicto israelí se caracteriza por un claro distanciamiento tanto del Gobierno de Pedro Sánchez como del Partido Popular. La formación de extrema derecha, liderada por Santiago Abascal, critica fuertemente la defensa del Derecho Internacional por parte del Ejecutivo, especialmente en lo referente a la situación en Israel y Palestina. Vox ha vinculado la postura de Sánchez con la llamada a consultas de la embajadora israelí en España, desencadenando así una crisis diplomática sin precedentes en las relaciones bilaterales.
Además, la líder parlamentaria de Vox, Pepa Millán, ha acusado al Gobierno de ser cómplice de los terroristas de Hamás y ha establecido una conexión entre el ataque del grupo armado palestino y las negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez.
Este rechazo frontal de Vox a la postura del Gobierno se manifiesta en una iniciativa parlamentaria que propone la prohibición de entrada en España de personas provenientes de «países de cultura islámica», generando dudas sobre su compatibilidad con la Ley de Partidos, que prohíbe el apoyo político al racismo y la xenofobia.
Mientras Sánchez buscaba equilibrar sus relaciones diplomáticas con Israel y Palestina, Vox se posiciona claramente del lado del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, criticando las acciones de Hamás pero respaldando de manera contundente la respuesta militar de Israel. La postura de Vox refleja una clara polarización en el espectro político español en relación con el conflicto en Oriente Medio.
España ante el espejo: Entre el anhelo por un Estado Palestino y la firmeza de Vox en plena tormenta diplomática con Israel
La crisis diplomática entre España e Israel ha exacerbado las divisiones en el espacio político español, especialmente en relación con las posturas sobre la creación del Estado Palestino y la respuesta a los bombardeos en Gaza. El líder del Gobierno, Pedro Sánchez, ha generado tensiones al pedir el reconocimiento unilateral del Estado de Palestina y criminalizar las acciones del Ejército israelí, una posición que ha recibido críticas, especialmente del círculo de Benjamín Netanyahu.
En medio de esta tensión, Vox, la fuerza política de extrema derecha en España, ha emergido como una voz discordante, desmarcándose de las posturas del Gobierno. Mientras Sánchez busca liderar un movimiento europeo e internacional para condenar los supuestos crímenes de Israel en Gaza, Vox, por su parte, respalda de manera contundente la respuesta militar israelí y critica la cercanía del Gobierno español con Hamás, un grupo terrorista. La propuesta de prohibir la entrada de personas de «países de cultura islámica» por parte de Vox refleja su posicionamiento firme en esta crisis.
Esta división en el espacio político español destaca la complejidad de las posturas frente al conflicto en Oriente Medio, donde las tensiones internacionales y las relaciones diplomáticas se entrelazan con las diferencias ideológicas y partidistas en el ámbito político nacional. La creciente polarización refleja el desafío que enfrenta España al intentar equilibrar sus relaciones con Israel y Palestina en medio de una crisis diplomática que parece profundizarse.