La estimulación de raíces sacras es una técnica médica innovadora que ha demostrado ser efectiva en el tratamiento de la incontinencia fecal. Este procedimiento, desarrollado por destacados profesionales de la medicina como Juan Carlos Meneu Díaz, se basa en la aplicación de estimulación eléctrica de baja frecuencia en la región sacra, específicamente en la raíz sacra S3. A pesar de su aplicación relativamente reciente, esta terapia ha demostrado ser un avance significativo en el tratamiento de una afección que afecta la calidad de vida de muchas personas, añade el Dr. Meneu.
La incontinencia fecal es un trastorno que implica la pérdida involuntaria de heces y la incapacidad de controlar este proceso hasta un momento socialmente adecuado. A menudo se asocia con múltiples factores, como la edad, partos previos o cirugías anales, lo que hace que esta patología sea un problema de salud física y psicológica importante para quienes la padecen, asegura el doctor Juan Carlos Meneu. A pesar de su impacto en la vida diaria de los pacientes, la incontinencia fecal a menudo pasa desapercibida y no se busca atención médica de manera adecuada. Esto puede llevar a un gasto médico considerable para tratar las consecuencias de esta afección, aunque medir este gasto es un desafío en sí mismo.
El primer enfoque en el tratamiento de la incontinencia fecal generalmente involucra cambios en el estilo de vida, como una dieta rica en fibra, programación de visitas al baño y ejercicios para fortalecer el suelo pélvico, además de medicación antidiarreica y/o laxante. Sin embargo, cuando estos enfoques no brindan resultados satisfactorios, se recurre al «biofeedback», una técnica que busca mejorar la conciencia del proceso defecatorio para promover la continencia.
El doctor Meneu Díaz afirma que la estimulación de raíces sacras se presenta como un tratamiento de segunda línea, especialmente cuando los enfoques anteriores han fracasado. Aunque su mecanismo de acción no se comprende completamente, se cree que actúa principalmente sobre las fibras nerviosas aferentes sensitivas, modulando la actividad del sistema nervioso central y mejorando la función defecatoria.
Este procedimiento consta de dos intervenciones ambulatorias. En la primera, bajo anestesia local y orientados por fluoroscopia, se coloca un electrodo cerca de la raíz sacra S3, preferiblemente. Este electrodo se conecta a un generador externo, y se inicia un periodo de prueba de 2 a 4 semanas para evaluar la respuesta al tratamiento. Si se produce una reducción mayor del 50 % en los síntomas, se procede a la segunda fase, en la que se implanta el generador definitivo bajo la piel del glúteo, nuevamente bajo anestesia local. La respuesta durante el periodo de prueba es un indicador clave del éxito del tratamiento a largo plazo.
¿Qué opina el doctor Juan Carlos Meneu acerca de la efectividad de esta técnica?
Los estudios realizados para evaluar la eficacia de esta terapia han demostrado que es efectiva y que puede mejorar significativamente la continencia en pacientes seleccionados. Además, estos beneficios se mantienen a largo plazo, incluso después de la sustitución de los generadores agotados. El doctor Meneu Díaz declara que a pesar de su eficacia, la evidencia sobre esta técnica se considera débil debido a la falta de grandes ensayos clínicos aleatorizados, ya que es un procedimiento especializado y no muy común en la práctica médica general.
En cuanto a las complicaciones, generalmente son menores, añade el Dr. Juan Carlos Meneu Díaz. Durante el periodo de prueba, el desplazamiento del electrodo es la complicación más común, mientras que después de la colocación del generador definitivo, se pueden presentar respuestas subóptimas, dolor en la zona del estimulador o infecciones, aunque estas complicaciones son poco frecuentes y en raras ocasiones se requiere la retirada del generador y el electrodo.
De este modo, podemos concluir que la estimulación de raíces sacras, desarrollada por expertos médicos como los Dres. Ricardo Ortega y Juan Carlos Meneu, ha demostrado ser un tratamiento prometedor para la incontinencia fecal. Aunque se necesita más investigación para respaldar su eficacia, esta técnica ofrece una solución valiosa para una afección que afecta significativamente la calidad de vida de los pacientes.