El reclamo de los usuarios por el precio de Uber, Cabify y otras VTC no es una novedad. Pero en días de lluvia, como los que se esperan en España a finales de esta semana, es especialmente evidente el aumento de precio de estas aplicaciones aprovechando su famosa ‘tarifa dinámica’. Si salir de Madrid, donde la lluvia del pasado jueves inundó las calles y provocó retrasos en el transporte público que empujaron a más usuarios de lo habitual a este tipo de aplicaciones.
Pero en los días de lluvia por venir los usuarios que decidan depender de transporte puerta a puerta, es probable que la mejor estrategia que tengan los usuarios sea recurrir a los de siempre. Una revisión de los precios de las tres principales VTC de nueva generación en España demostraba que en el mismo trayecto, en el que el usuario tenía que pagar hasta 20 euros, los taxis acumulaban entre taxímetro y la tarifa inicial alrededor de 15 euros.
Es una realidad que da argumento a los críticos de estas aplicaciones. La ‘tarifa dinámica’ es una de sus grandes herramientas para generar ingresos, según ellos, necesaria para que pueda subsistir. Esto último se hace evidente al ver su reacción pública con la posibilidad de que incluso en comunidades como Madrid, gobernada por el PP más liberal, se ponga un límite a lo que pueden aumentar su cuota base.
Es que, según expresa la patronal de transporte, ellos necesitan un límite de hasta 200% para poder subsistir, cuando desde la mayoría de las comunidades el límite planteado es de 50% por encima de la taquilla base. Es cierto que a pesar de ello, algunas ya han puesto limitantes internas en sus precios, como el famoso caso de Cabify, que llegó incluso a anunciarlo después del ya conocido desastre de las VTC con los precios tras el Mad Cool de 2022, pero también es verdad que para las demás una limitación impuesta puede ser un nuevo revés, tanto a nivel económico como de opinión pública.
Es que el caso del festival es especialmente llamativo, en un evento de este tipo los taxis pueden aumentar apenas entre un 0,2 y un 0,4%. Pero aplicaciones como Uber o Bolt, que no han aplicado limitaciones propias, pueden multiplicar por dos o cuatro el precio total, lo que lleva a viajes de más de 100 euros en algunos casos.
Pero mientras tanto es una nueva ventaja competitiva para los taxis. En situaciones extremas, incluso sin aplicar los descuentos aprobados por Ayuso, es una opción más barata. Es cierto, para pedir uno bajo la lluvia muchas veces los usuarios aún dependen de la clásica señal de levantar la mano, pero al menos en zonas de alta afluencia pueden ser mejor solución que un Uber o un Bolt.
EL CONTROL DE PRECIO DE MADRID SIGUE RONDANDO LAS VTC
El mensaje de Ayuso por el control de lo que describió como «precios abusivos» fue más que claro. Tras promover su famosa y criticada ‘Ley Uber’, que facilitaba la operación de las VTC y liberalizar buena parte de las operaciones de los taxis, en teoría para facilitar la competencia entre ambas partes, es un cambio bastante llamativo de estrategia para afrontar estas nuevas aplicaciones de transporte. Es una situación compleja para estas empresas, aunque es evidente que a medida que sigan creciendo habrá más estrategias para regularlas.
Además, que la decisión de Madrid no es, ni cerca, la que genera más complicaciones para su capacidad operativa. Casos como el de Cataluña o incluso Andalucía, otra comunidad que está buscando la convivencia entre VTC y taxi, son mucho más radicales que la de Madrid.
LAS «CIRCUNSTANCIAS EXCEPCIONALES» DE LAS VTC
Esto no quiere decir que no haya molestia con la decisión de la comunidad gobernada por Díaz Ayuso. En un documento donde piden el permiso de aumentar el precio base hasta un 200% en «circunstancias excepcionales de alta demanda de servicios», recuerdan que, según sus datos, en situación normal el 70% de los viajes en VTC son más baratos que los de un taxi.
Irónicamente, si se cumple su exigencia y eventos como el Mad Cool o días de emergencia climática tienen un aumento de este nivel, esto puede terminar por ser falso. Estos son los momentos en que más usuarios recurren a aplicaciones como Uber, Cabify y Bolt y si los taxis siguen manteniendo un precio más accesible, por lo que un aumento tan radical cuando ocurren estos eventos podría aumentar, de forma importante, la cantidad de viajes en VTC que superan el precio de un trayecto similar en los taxis.
Visto así, un control de precios puede incluso recuperar parte de su imagen de cara a los usuarios. Desde hace ya un tiempo no han tenido a la opinión pública de su parte, aun así es evidente que siguen siendo utilizados por buena parte de los españoles pues, al menos de momento, siguen siendo una opción más cómoda.