Rusia, Irak y Venezuela: Los nuevos aliados de Pedro Sánchez en la crisis con Israel

La crisis diplomática en la que Pedro Sánchez ha metido a España no es un detalle menor. El presidente ha viajado a Israel tan sólo un par de semanas después de su investidura y sus declaraciones no sólo han causado escozor en el Gobierno de Benjamín Netanyahu, sino que además han conseguido que sea felicitado por Hamas. Pero a pesar de lo complicada de la situación en la que la visita puso al presidente, este ha decidido insistir en su posición, lo que ha vuelto a generar la ira del gobernante israelí.

«Tengo grandes dudas de que (Israel) esté cumpliendo el derecho internacional humanitario», expresaba el presidente en declaraciones a Televisión Española sobre su gira por medio Oriente. Como podría esperarse, esto volvió a generar molestias en el Gobierno israelí, que ha reaccionado llamando a su embajadora en España a consultas en Jerusalén. Es un paso radical, que muchas veces sirve como paso previo para un quiebre total de las relaciones diplomáticas.

El ministro de exteriores israelí, Eli Cohen, no ha sido suave en su elección de palabras. «Tras las escandalosas declaraciones del presidente del Gobierno español, que una vez más lanzó acusaciones infundadas, decidí convocar a nuestro embajador en España para consultas en Jerusalén», aseguró a través de X, la red social antes llamada Twitter. En la misma publicación publicó la decisión de llamar a su embajadora a consultas y volvió a señalar a Hamás como los únicos responsables de la situación actual por la masacre a civiles del 7 de octubre.

Para ser justos con la posición de Pedro Sánchez, que parece empujada por los partidos a la izquierda del Psoe en la coalición de Gobierno, tiene algunos apoyos internacionalmente, sólo que quizás no sean los países con los que sea más apropiado salir en la foto. De hecho, gobiernos como el de Venezuela, Rusia o Irán han defendido a capa y espada a Palestina e incluso directamente a Hamás. Es verdad que esto último aún no ha pasado por la mente del presidente, pero tampoco es como si sus declaraciones estuviesen tan lejanas de esta visión.

El problema, sin embargo, va más allá de la manera de enfrentar este capítulo del conflicto eterno de la línea de Gaza, o incluso del caso específico de Israel. La realidad es que romper líneas con otras potencias democráticas es un problema que puede tener consecuencias económicas y militares serias para el país. Tampoco es la primera vez que el PSOE complica las relaciones internacionales entre España y los países que deberían formar su bloque de aliados.

EL CASO DE ZAPATERO EN MEDIO ORIENTE Y EL CASO VENEZUELA

Lo cierto es que la manera en que Pedro Sánchez ha manejado la crisis va en línea con la del que se ha vuelto su maestro jedi: José Luis Rodríguez Zapatero. Es que cuando su antecesor ocupó la presidencia del Gobierno se encargó de generar un quiebre con la OTAN debido a su salida temprana de Irak durante la guerra contra el terror encabezada por Estados Unidos.

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Pedro Sánchez Con La Embajadora Israelí En España

Es cierto que el tiempo ha demostrado que había motivos para tomar la decisión, pero también lo es que la misma generó un problema a largo plazo de las relaciones de ambos países, al punto que costó años de esfuerzos diplomáticos para que se volvieran a dar la mano un presidente norteamericanos y uno español.

El caso reciente de Venezuela es bastante cercano. Cuando la oposición intentó nombrar presidente a Juan Guaidó, presidente aprovechando el agujero constitucional generado por la ilegal presidencia de Nicolás Maduro, España fue uno de los últimos países en reconocer su legitimidad como encargado del Gobierno, y sólo lo hizo cuando las presiones de la Unión Europea fueron mayores que las hechas por Podemos dentro de la coalición de 2019.

Está además el caso del Zahara occidental, donde Pedro Sánchez cambió incluso el criterio histórico de su partido. La decisión de ceder ante Marruecos hasta ahora solo le ha dado un socio mundialista que parece capaz de quedarse con la final. 

PEDRO SÁNCHEZ PUEDE PERDER INFLUENCIA INTERNACIONAL POR LA SITUACIÓN DE ISRAEL

Pareciera que Pedro Sánchez con estas decisiones está intentando ocupar el espacio histórico de los «No alineados», ese bloque independiente a la USSR y a Estados Unidos durante la guerra fría. Pero de momento parece haber errado el tiro con sus últimas decisiones, a menos que piense cambiar sus aliados internacionales.

En cualquier caso, parece que una vez más el Gobierno deja su política exterior sublevada a las necesidades de alianzas internad. Recordemos que su propio ministro de exteriores, José Manuel Albares Bueno, que tenía planteado que Israel estuviese en la cumbre de la Unión del Mediterráneo (UdM). Lo cierto es que si Sánchez sigue por este camino puede quedarse fuera de las negociaciones para resolver la crisis, como ya le pasó a Zapatero en la mesa de negociación.