Óscar Puente se aferra al sillón del Ministerio de Transporte tras reforzar la confianza de Pedro Sánchez en la sesión de investidura fallida de Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, al comportarse como un perro de presa.
Puente ha entrado en uno de los Ministerios más polémicos y controvertidos, con retos pendientes y otros pactados con ERC, Junts y PNV, como es el de Transportes y Movilidad Sostenible. No obstante, no tendrá todo el poder almacenado por su predecesora. Y es que, esta cartera se ha dividido. Vivienda y Agenda Urbana están ahora bajo la batuta de Isabel Rodríguez, exportavoz del Gobierno en la anterior legislatura. Es un sitio interesante al que llegar, pero también es un misterio muy visible y en el que su predecesora dejó una importante carga de trabajo por hacer.
Desde terminar el servicio de Cercanías en Cantabria, un proyecto retrasado por la pifia del encargo de trenes demasiado grandes para circular por los estrechos túneles de la Comunidad Autonóma; así como el traspaso de Rodalies a la Generalitat de Catalunya, que aunque de momento no es más que una promesa, es uno de los acuerdos troncales que espera con los brazos abiertos ERC. Además, tendrá que realizar la regulación de las VTC y su duelo permanente con los taxis; mientras que tiene el objetivo de mantener la movilidad sostenible en los próximos años, lo que para Sumar incluye casi la desaparición de los vuelos internos.
Todo esto sin tomar en cuenta los proyectos sin terminar que pasan a ser su responsabilidad como el Corredor Mediterráneo o las medidas pedidas por la UE como los peajes. Es una larga lista de problemas a resolver, que dos ministros previos no han sabido solucionar.
Puente afronta un reto difícil y complejo, y además es uno que se debe hacer bajo los reflectores de la opinión pública. Después de todo, tendrá que lidiar con las críticas, justas e injustas, cada vez que un tren de Cercanías llegue tarde. Lo mismo pasará cada vez que se levante la voz sobre los problemas de las VTC, o que estas empresas aparezcan en los medios.
Todo ello, sin tener en cuenta que no tendrá todas las competencias que tenía Raquel Sánchez en su cargo. En el nuevo reparto de esta cartera se separa movilidad y transporte de vivienda y agenda urbana que quedan en su propio Ministerio de Transportes. Rodríguez tendrá, por su parte, el reto casi imposible de poner viviendas sociales, dada la escasez de espacio.
Óscar Puente podría haber recibido un premio envenenado y puede ser un problema si logra cumplir con los pactos, especialmente con ERC, que exige para este año el traspaso de Rodalies. Antes que Puente estuvieron José Luis Ábalos y la mencionada Raquel Sánchez, ambos con un marcado perfil político y pesos pesados, ambos sin aportar soluciones a la movilidad y creando problemas con cada una de las medidas adoptadas.
Es cierto que para el pucelano Puente puede ser una buena oportunidad. Antes de su intervención en la fallida investidura de Feijóo, paso a la fama tras no haber podido conformar un Gobierno municipal en la Alcaldía en las elecciones de mayo de este año, cuando fue el partido más votado, con apenas 742 votos más que el PP, que se ha aliado con Vox para impedir una nueva legislatura socialista. Visto así, la oportunidad puede ser un premio, aunque tenga riesgos a largo plazo.
LAS AEROLÍNEAS QUE DEJAN DE VOLAR Y LA LIBERALIZACIÓN DE LOS TRENES
Pero en primera instancia hay dos proyectos que debe acelerar para que el PSOE pueda mantener las buenas relaciones con el resto de la coalición del Gobierno: La desaparición de los vuelos cortos en los trayectos donde haya una opción de tren menor a dos horas y media, para esto necesita mejorar las conexiones entre los trenes y los aeropuertos, idea puesta sobre la mesa por las empresas que se han sumado al «juego de trenes» de la alta velocidad en los últimos años.
Esto requerirá acciones rápidas. La idea de reducir los vuelos internos, ha salido directamente de la boca de la vicepresidenta primera y líder de Sumar, Yolanda Díaz, lo que demuestra que es una prioridad para su coalición. Tiene sentido para un partido, y para un Gobierno, que han decidido aumentar las medidas de sostenibilidad en esta nueva legislatura.
ÓSCAR PUENTE ASUME «LA MITAD» DE UN MINISTERIO
Pero si algo puede molestar a Óscar Puente es que recibe un Ministerio con la mitad de sus funciones. Sobre todo tras las palabras de Raquel Sánchez en su última intervención como ministra, donde aseguraba que en esta legislatura «la vivienda sería una prioridad», por lo que bien puede parecer que se le quitaron las competencias más importantes a su ministerio antes de entregárselo.
Además, ya empieza a recibir peticiones, aunque apenas está conociendo su oficina. Unas horas después de asumir el cargo, la Asociación del Transporte Internacional por Carretera (Astic) ayudó a resolver el problema de la falta de conductores de camiones en el país. Es un problema que afecta a varios sectores, no solo el transporte, sino que esta área queda en manos de Puente.