Descifrando el IQ: claves para entender los test de inteligencia o test IQ

¿Aún no conoces cuál es tu coeficiente intelectual? En ese caso, realiza un test de IQ completo en el portal web Psicoactiva, dirigido por la experimentada psicóloga Marta Guerri, y continúa leyendo para conocer cómo interpretar el resultado que has obtenido.

Añadimos que este IQ test es gratis y sus resultados, aunque muy fiables, son orientativos. Si quieres conocer con la máxima precisión cuál es tu CI, no es suficiente con realizar una sola prueba de IQ, sino que has de someterte a una batería de test de inteligencia más complejos.

Fundamentos de los Test de IQ

Antes de comenzar, descifremos el significado del término IQ: se trata del acrónimo de las palabras Intelligence Quotient, que en idioma inglés significan exactamente “Cociente Intelectual”.

Es por eso que en España se emplean, indistintamente, los términos IQ y CI para referirse al coeficiente o cociente intelectual de una persona.

Una prueba de IQ está específicamente diseñada para cuantificar con objetividad el nivel de inteligencia de una persona, es decir, su capacidad real para razonar, aprender, resolver problemas y adaptarse al entorno.

Existen test de inteligencia basados en diferentes teorías y metodologías. Además, cada una de las pruebas de CI está diseñada para medir un tipo de inteligencia concreto (verbal, numérica, espacial, lógica, creativa, etc.). El test otorga a quien lo realiza una puntuación cuya referencia media es el número 90.

Cuando el IQ ronda esa cifra, se considera que la inteligencia de la persona es normal. Por debajo, se entiende que existe algún tipo de retraso intelectual. Por encima, que la inteligencia de la persona evaluada es superior a la media.

Interpretación de resultados en los test de Inteligencia

La interpretación de la puntuación de un test IQ depende de la escala que se utilice, pero en general se emplean criterios parecidos al que sigue:

  • Menos de 24: deficiencia mental severa. Dificultades para hablar y para desarrollar las actividades vitales básicas.
  • Entre 25 y 49: retraso mental. Capacidad para desarrollar actividades vitales básicas, pero poco más.
  • Entre 50 y 69: debilidad mental. Con mucho esfuerzo, pueden realizar estudios elementales.
  • Entre 70 y 79: capacidad intelectual limitada. Esforzándose, pueden acabar estudios primarios y secundarios, pero suelen fracasar en los superiores.
  • Entre 80 y 89: inteligencia normal-mediocre. Con gran esfuerzo, pueden acabar estudios medios e incluso universitarios.
  • Entre 90 y 109: inteligencia normal-media. Aproximadamente la mitad de la población está encuadrada en este nivel.
  • Entre 110 y 119: inteligencia normal-superior. Su inteligencia es ligeramente superior a la de la media de la población.
  • Entre 120 y 129: inteligencia superior. Personas con una alta capacidad intelectual.
  • Entre 130 y 139: inteligencia muy superior. Capacidad intelectual sobresaliente.
  • Superior a 140: superdotación. Capacidad intelectual excepcional.

El valor de los test de IQ en la evaluación cognitiva

¿Y cuál es la utilidad de los test de inteligencia? Entre otras cosas, estas pruebas son útiles para:

  • Evaluar el posible rendimiento académico o profesional de una persona, independientemente de sus títulos académicos.
  • Clasificar intelectualmente a las personas, en función de la edad o del curso escolar, con el objetivo de establecer metas académicas o profesionales más o menos ambiciosas.
  • Detectar posibles problemas intelectuales de carácter leve y que pueden pasar desapercibidos a simple vista.

Finalmente, los test de IQ permiten identificar a las personas con altas capacidades intelectuales o superdotación. En este sentido, no está de más recordar que, en no pocos casos, la superdotación puede presentarse disfrazada de trastorno psicológico o emocional.