Se dice por allí que es complicado tener una banda en 2023 y aunque es cierto, alcanza con revisar las nominaciones de los Grammy latinos o de los 40 principales para confirmarlo, mejor que nadie se los diga ni a Amaral ni a Carolina Durante. Es que mientras los primeros siguen tomando cada tarima con el profesionalismo de haber comenzado su carrera hace 25 años los segundos tienen la energía caótica de una banda joven de punk dispuesta a romper todo a su paso en el camino al éxito.
Ese contraste, y los parecidos indiscutibles con dos grupos con una disposición política clara en su música y con un interés más que claro en controlar el inevitable caos que una banda de rock genera en la tarima para acercarse al público, se hicieron evidentes en su paso por la tarima de la sala Eslava, antes Joy Eslava, como parte del ciclo ‘Cómplices’ de Vibra Mahou. Desde el anuncio era quizás la fecha más atractiva del cartel con una combinación de un artista que representa la segunda gran ola del pop rock español y una que representaba a la escena alternativa actual.
Los Carolina Durante fueron los encargados de abrir la noche, una posición nada envidiable. Pero lejos de ser los «teloneros» de Amaral el grupo supo levantar el ánimo de la sala. Después de la gira promocional de su segundo disco, el ya clásico ‘Cuatro Chavales’ de 2022, volver a la tarima de una sala se debe haber sentido parecido a un regreso a casa. Ver a Diego Ibáñez, su vocalista, saltar, patear y gritar en la tarima mientras el público armó un pogo en la primera fila.
Aunque el público se mantuvo agradecido por cada uno de los temas, hubo un par de momentos álgidos. Como siempre ‘Necromantico’ fue la que hizo que empezara el caos entre el público, ‘Famoso en tres calles’ sirvió para que Diego sumara a los fanáticos más cercanos a la canción y, quizás empujada por el particular momento político de España, ‘Cayetano’ fue un momento de catarsis para todos los presentes. Pero ninguna canción tuvo la fuerza de ‘Las canciones de Juanita’ cuyo coro siguió sonando en las voces del público una vez que terminó la pieza hasta que el coro de «no sonamos mal, sonamos mejor que ayer» hizo llorar al vocalista.
Allí apareció Amaral por primera vez en la tarima. Con la propia Eva Amaral y el guitarrista Juan Aguirre, acompañando a los Carolina Durante en ‘Joder, no sé’ antes de abrir su set con una versión épica de ‘Sin ti no soy nada’ acompañados del grupo más jovén. Lo cierto es que la complicidad entre ambos grupos y la admiración mutua fue evidente desde el segundo uno en que ambos grupos compartieron la tarima.
AMARAL Y EL PROFESIONALISMO POP
Después de un par de minutos para cambiar los instrumentos, una pausa mucho más corta que los otros conciertos del ciclo, Eva Amaral y compañía volvieron a la tarima. En set mucho más corto del que acostumbran, pero lleno de éxitos fáciles de recordar, incluso los jóvenes más punk terminaron enamorados de su concierto.
Empezando con ‘Revolución’ y ‘Salta’ el grupo también recordó temas claves de su carrera y del rock español como ‘El universo sobre mí’ y ‘Estrella de mar’. Aunque la reacción del público fue muy distinta, menos de los saltos y empujones de un concierto de punk y más de los coros a gritos de las bandas de estadios, el cariño fue el mismo. La vocalista estuvo especialmente bien, recordando a Stevie Nicks de Fleetwood Mac en su vestimenta y movimientos y haciendo uno que otro chiste sobre su ya famosa actuación en el pasado Sonorama Ribera.
Cuando los Carolina Durante volvieron para el cierre de la noche, con su épica versión de ‘Marta, Sebas, Guille y los demás’ pero acompañados de los intérpretes originales, el público quería más aún siendo un martes y aun tras dos sets potentes seguidos.
CÓMPLICES EMPIEZA A DESPEDIRSE
Por ese año el ciclo organizado por Vibra Mahou se acerca a su final, solo queda el encuentro entre las artistas de trap Albany y Juicy Bae. Los organizadores apuntan a que volverán el próximo año, es una buena noticia pues siempre es una oportunidad interesante de ver colaboraciones fuera de lo común y de ver grandes artistas en un espacio más pequeño e íntimo de lo usual. Esta noche no fue la excepción, aunque con sets así de cortos es difícil no tener ganas de más.
