Decir que 5,53 millones de euros es demasiado para un retrete parece evidente, pero era el caso de la obra ‘América’ del controversial Mauricio Cattelan que se había mudado del Guggenheim de Nueva York al palacio Blenheim en Woodstock, Oxfordshire, la casa donde nació Winston Churchill. El trabajo, evidentemente satírico, se trataba de inodoro hecho con oro macizo, que solo con el material costaba 1.1 millones de euros, nada mal sobre todo al tomar en cuenta que estaba abierto al uso público.
El robo, que tuvo lugar en 2019, tiene finalmente cuatro acusados de entre 35 y 39 años. Aunque la policía británica no ha informado sobre el estado de la obra, parece probable que finalmente la hayan derretido y vendido el oro del que estaba hecho. Es bueno recordar que el robo llegó a causar una inundación y daños complicados de recuperar en el palacio. Por tanto, más allá de robo de bienes de alto valor, crimen por el que se juzgará a los acusados, puede haber acusaciones por daño de la propiedad pública, lo que podría generar la condena más larga de la historia por el robo de un retrete.
Tampoco es la primera vez que Cattelan aparece en los titulares por lo controvertido de su trabajo. La obra ‘Comediante’ aquella que se hizo viral por ser un plátano pegado en una pared, también llamó la atención y también fue robada cuando un estudiante surcoreano se comió la fruta valorada en 120.000 euros. «Veo la obra como un acto de rebelión contra la autoridad y destruirla de modo que lo he hecho podría considerarse otra obra de arte». Así lo justificaba en su momento el alumno de arte, Noh Huyn-soo.
En cualquier caso no parece que los cuatro acusados por el robo británico lo hayan hecho por un motivo similar, después de todo ‘América’ estaba disponible para «su uso», pero una cantidad de oro de ese nivel parece haber sido suficientemente atractiva simplemente por el valor del metal brillante. De momento habrá que saber si la obra es recuperable, aunque para el artista es probable que el robo de la pieza sea suficiente para justificar la sátira inicial.
LOS RETRETES EN EL ARTE ANTES DE CATTELAN
Lo cierto es que la obra de Cattelan no representa la primera vez que se usa un retrete para señalar lo absurdo que puede ser el mundo del comercio del arte. De hecho el caso más famoso tiene ya casi 100 años y se trata de una obra de Marcel Duchamp.
El urinario del francés, titulado ‘Fuente’ tenía justamente la idea de verse fuera de lugar en el espacio de un museo. Creada en 1917, es quizás una de las obras más icónicas del arte moderno. Consiste en un urinario de porcelana común y corriente, que Duchamp firmó con el seudónimo «R. Mutt» y presentó como una obra de arte en una exposición. La «fuente» desafió las convenciones tradicionales del arte y cuestionó los límites de lo que se considera arte, inaugurando el movimiento del arte conceptual y el ready-made. A través de esta obra, Duchamp planteó interrogantes fundamentales sobre la naturaleza del arte, la autoría y el valor estético, sentando las bases para una reevaluación crítica de la definición misma de arte en el siglo XX.
Lo cierto es que si una crítica asumió Cattelan en su «América» es la comparación con la ya mítica obra de Duchamp, aunque es verdad que esto también le permitió atrapar titulares en el mundillo cultural. Será importante saber si ahora que se cierra el caso decide retomar su obra, aunque es evidente también que no importa lo que pase su trabajo seguirá persiguiendo los titulares.
