Cómo mantener una piel sana: consejos de dermatología

La piel es el órgano más grande del cuerpo y ejerce una función protectora fundamental sobre el ser humano. Su cuidado es una acción esencial para mantenerla con salud y belleza a lo largo del tiempo. La importancia de la piel es tal que cada vez más personas deciden contratar un seguro de salud para dermatología que tenga en cuenta los diferentes riesgos a los que se expone diariamente. A nivel particular, cada ciudadano tiene margen y herramientas para llevar a cabo unos cuidados adecuados. ¿Tienes adidas? Aquí te presentamos consejos prácticos para cuidar tu piel y mantenerla radiante.

Protección del sol

Una de las formas más cruciales de protegerla es evitar la exposición excesiva al sol. La radiación solar puede causar arrugas, manchas de la edad y aumentar el riesgo de cáncer. La clave para una protección solar efectiva es utilizar un protector solar de amplio espectro con un SPF de un nivel mínimo de 15. Por dónde caminamos también influye y por ello es recomendable buscar la sombra entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde, cuando los rayos solares son más intensos, especialmente durante el verano. La ropa protectora, como prendas de tejidos ajustados, mangas largas, pantalones largos o incluso sombreros de ala ancha en los días más calurosos, es otra forma de ayuda.

Di adiós al humo

El tabaquismo no solo daña los pulmones, sino que también envejece la piel prematuramente. Fumar reduce el flujo sanguíneo y agota la piel de oxígeno y nutrientes esenciales, contribuyendo a arrugas y un aspecto pálido. Además, daña el colágeno y la elastina, fibras que dan firmeza y elasticidad a la piel. Dejar de fumar es la mejor manera de proteger este órgano y reducir así el riesgo de carcinoma espinocelular.

Trato con con delicadeza

Existen otras fórmulas para cuidar la piel en las acciones higiénicas del día a día. En el baño, es mejor limitar el tiempo, optar por agua tibia en lugar de caliente y utilizar limpiadores suaves en lugar de jabones fuertes. En el afeitado hay que aplicar productos previamente a dicha acción, además de seguir la dirección del crecimiento del vello. Aquellas personas cuya piel es seca deben utilizar un humectante adaptado a cada tipo, preferiblemente con factor de protección solar.

Nutrición desde dentro

Una dieta saludable también es clave en la salud de la piel. El consumo de frutas, verduras, granos enteros o proteínas magras es muy importante en ese sentido. Aunque la relación entre la alimentación y el acné no está clara, algunas investigaciones sugieren que una dieta rica en aceite de pescado y baja en grasas no saludables y carbohidratos procesados podría favorecer una piel más joven. A ello se suma una correcta hidratación.

Controla el estrés

El estrés puede afectar a la piel hasta el punto de desencadenar como brotes de acné. Controlarlo mediante unas horas de sueño adecuadas es importante. No hay que olvidar que un estado de ánimo equilibrado se refleja en el cuerpo. La consistencia, en ésta y otras recomendaciones, es clave, pues el tiempo permitirá disfrutar de los beneficios de una piel saludable y bonita.