Aunque la amnistía ha sido, con razón, el tema más comentado de los acuerdos entre el PSOE y los partidos a favor de la independencia catalana hay otro punto que promete darle problemas a los partidos involucrados: el traspaso del servicio de Rodalies de Renfe a la gestión directa de la Generalitat, a través de una empresa que llevará por nombre ‘Rodalies Catalunya’. La decisión ha sido criticada por los sindicatos de Renfe, pero irónicamente los socialistas han conseguido el apoyo de las patronales, con tanto Pimec como Foment apoyando el traslado.
Para Foment en particular la noticia parece especialmente positiva por lo que escriben en su comunicado. «El pacto no solo incluye el traspaso económico, sino también de la infraestructura -vías, trenes y catenarias-, reivindicado históricamente por el Gobierno de la Generalitat. Esta reivindicación se la ha hecho suya desde hace años Foment del Treball y, concretamente su presidente, Josep Sánchez Llibre», aseguran en el texto compartido con medios y el público en general, celebrando el traspaso como un logro propio.
A pesar de todo, desde la patronal se pide seguir de cerca la evolución del acuerdo. «Foment recuerda que Cataluña arrastra un déficit inversor de las administraciones públicas en infraestructuras de 35.000 millones de euros en doce años. Por lo tanto, el líder patronal pide hacer un seguimiento de este acuerdo, sobre todo en lo que hace referencia a la financiación, así como la deuda histórica. La falta de inversión arrastra a Cataluña a un déficit de infraestructuras cada vez más grande. Cómo dijo el presidente Sánchez Llibre, «el principal beneficiado de este traspaso serán los 300.000 usuarios diarios de Renfe en Cataluña»», sentencia el texto poniendo en aviso tanto al PSOE como a ERC.
Por supuesto que desde PIMEC la posición es parecida. Ellos también celebran el traspaso, asegurando que puede beneficiar a los catalanes, pero también piden que se haga el compromiso de ayudar a crear inversión pública y privada para mantener el servicio en el mejor estado posible.
«Pedimos la máxima colaboración entre las administraciones para que el traspaso se pueda hacer de manera eficiente y efectiva, y que se garanticen las inversiones a corto y medio plazo, preservando el servicio de los usuarios de Rodalies», sentencia el texto firmado por la patronal. Es una primera señal de los problemas que puede enfrentar el Govern para manejar el nuevo servicio que va más allá de un simple cambio de manos, si no de cuidar que mantenga o mejore su funcionamiento, algo siempre difícil en los servicios de cercanías.
Pero es llamativo que dos partidos de izquierda firmen un acuerdo que se alinea con las patronales, ignorando la situación complicada en la que deja a los trabajadores del servicio. Así lo han expresado desde el sindicato de maquinistas de Renfe, que recordemos terminó hace un par de años un complicado proceso de negociación con la estatal ferroviaria para llegar a un acuerdo de contrato. Dado que hasta el momento se les ha ignorado en esta negociación no es difícil imaginar una situación en la que tengan que afrontar huelgas y protestas de los trabajadores en los primeros días del traspaso.
2.500 TRABAJADORES DE RODALIES IGNORADOS
Lo cierto es que el problema para los trabajadores podría ser resuelto si, antes de que se concretará el traspaso desde el Govern y el Ministerio de Transporte hubiese un acercamiento a los trabajadores para asegurar que se mantendrán las condiciones alcanzadas. Esto no resolvería el problema de que una vez realizado el traspaso pasan a estar regulados por las leyes de la comunidad autónoma, y no por las europeas que hasta ahora había actuado sobre los contratos de la empresa.
Así lo ha expresado el SEMAF en un comunicado diametralmente opuesto a las declaraciones de las patronales. «Esta decisión atenta gravemente contra los derechos de todas las personas trabajadoras del Grupo Renfe e incumple los acuerdos alcanzados, tanto en 2007 como en 2021, tras las huelgas convocadas por SEMAF, donde es imprescindible que, ante un hecho tan lesivo, exista diálogo y negociación entre las partes», sentencia el documento del sindicato de maquinistas.
Mientras tanto se preparan para tomar medidas: «el Comité General de Empresa del Grupo Renfe, formado por los sindicatos con mayor representación en la empresa, ha convocado una reunión de urgencia, dentro de los plazos que permite la regulación interna de dicho Comité, para analizar en profundidad la situación y tomar las decisiones oportunas», explican en el mismo comunicado
OTRA CONTRADICCIÓN PARA EL PSOE
Que la decisión del Partido Socialista Obrero Español contradiga el deseo de los sindicatos que trabajan en el servicio de Rodalies a favor de las patronales debería ser suficiente para preocupar a cualquiera de sus seguidores. Al mismo tiempo, las recientes decisiones de Sánchez para quedarse en la Moncloa deberían dejar claro que el partido tiene como prioridad, al menos de momento, poder formar una nueva coalición de Gobierno.
Por tanto, esta parece una contradicción fácil de asumir para el líder socialista. Finalmente con los ojos puestos en la amnistía la decisión sobre el Rodalies ha quedado en segundo plano, será llamativo ver cómo terminan afectando la realidad de los catalanes, en especial dado lo complicado que ha sido hasta ahora el manejo de los servicios de cercanías para la empresa estatal.