La idea de combinar dos artistas que, en el papel, parecen completamente distintos no es propiedad de Mahou. Pero es complicado discutir que esta edición de Cómplices, el ciclo de conciertos dobles que Vibra Mahou organiza anualmente desde 2013, no empezó de la mejor manera con la combinación de Rozalén y la banda de rock Shinova. Si la reacción del público presente en La Riviera demuestra algo es que tienen no solo cosas en común en su sonido, sino en la capacidad de ambos proyectos de hacer canciones de pop perfectas.
Fueron los Shinova, formados por Gabriel de la Rosa (voces), Daniel del Valle (guitarras), Erlantz Prieto (guitarras), Ander Cabello (bajo) y Joshua Froufe (batería), quienes se encargaron de disparar la noche. El grupo, sobre todo su vocalista, demostró durante casi una hora una capacidad especial de conectar con el público. El grupo paseo por canciones como ‘Niña Kamikaze’, la reciente ‘Alas’ o ‘Ídolos (los mejores momentos están por llegar)’ con la facilidad de una banda profesional y consagrada. El concierto de la banda a solas demostró su control sobre la audiencia y sobre sus canciones, interpretadas a la perfección sobre la tarima de la Riviera.
En la tarima es complicado discutir con la capacidad de Gabriel de la Rosa para resumir en una sola persona todo lo que simboliza un frontman. El vocalista parece poder saltar de la personalidad de figuras como Dave Grohl a la de Amaia Montero en su época con la Oreja de Van Gogh. El vocalista tiene tanto de estrella de pop como de rock y eso lo puede presumir en su set en vivo. Cerca del final del set, compartiendo la tarima con Rozalén y enamorando al público propio del mismo modo que enamoraron a los que se acercaron buscando la voz de la cantautora.
LA ENVIDIABLE COMODIDAD DE ROZALÉN
Aunque ella se presentará como solista, con su banda y la intérprete de lenguaje de signos Beatriz Romero, Rozalén supo equiparar su fuerza a las de los cinco músicos que la precedieron en la tarima. La artista se paseó por los éxitos que la hicieron conocida y algunas canciones dedicadas a sus fanáticos más fieles. Saltando entre canciones como ‘El día que yo me muera’ y ‘Te debo una canción’, antes de saltar a una de las mejores versiones de ‘Inevitable’ de Shakira. Fue una demostración de la importante habilidad de la artista liderando un escenario.
Cuando volvieron los Shinova a la tarima, indicando que se acercaba el final del concierto, era evidente que ni el público ni los artistas querían despedirse. La energía presente en la Riviera invitaba a quedarse el resto de la noche cantando con los artistas y quizás si no fuese un miércoles hubiese sido posible convencerlos.
EL RESTO DE VIBRA MAHOU
Aún quedan tres episodios de esta edición del experimento de Vibra Mahou que espera dar a los seguidores otras tres noches mágicas. Con otros 6 cómplices, Viva Suecia y Candela Gómez en el teatro Barceló, Carolina Durante y Amaral en la vieja Joy Eslava, ahora solo sala Eslava y un día dedicado al trap en Uñas Chung Lee con Albany y Juicy Bae. Es una apuesta interesante que de salir bien una vez más seguramente servirá como otro impulso para que Mahou siga apostando por acercarse al consumidor a través de la música.
Es siempre una buena noticia que una empresa del tamaño de Mahou apueste por la música, y por las salas. Con unas salas de concierto que siguen en el proceso de recuperar el espacio que han perdido frente a los grandes festivales, y dándole al público la oportunidad de reencontrarse con algunas de las más importantes de la capital.