Es complicado explicarle a un miembro de la generación Z lo importante que es Blink 182. La banda formada por Tom Delonge y Mark Hoppus en 1992, a la que después se uno Travis Barker, es uno de esos tótems culturales como ‘El club de la lucha’ o el amor por los Tamagotchi que viene de la mano con un comentario en la linea de «debías estar allí». Es que el grupo trabaja en un tono que exige entender tanto el sentido del humor como las ansiedades de su época. Canciones sobre enamorarse mientras se es antisocial, ser el último en entrar en la universidad y hacer llamadas de broma a la policía eran en un principio una moneda de cambio permanente para el trío.
Pero sea por instinto lírico o por pura casualidad el grupo fue capaz de conectar con esa extraña angustia de los 90, la de una generación X preocupada por no tener suficientes problemas. Pero a diferencia de otros proyectos musicales de la época el trío de California siempre ha mantenido el humor como carta de presentación. Tanto en la letra de sus canciones como en su extravagante puesta en escena.
Por tanto su llegada al Wizink Center en 2023 debe ser vista en el contexto personal tanto de los millennials como del grupo. Tom Delonge, guitarrista, vocalista y co -compositor, dejó la banda por segunda vez en 2015, dejando su puesto a Matt Skiba de Alkaline Trio. Ese intermedio, en el que los miembros restantes lanzaron los discos ‘California’ y ‘Nine‘, discos con momentos luminosos, pero que no reemplazan al resto de la discografía de la banda, por tanto, el retorno del guitarrista es una de las grandes novedades de esta gira. En la tarima se quedaron por poco menos de dos horas, en las que demostraron el poderío que tienen frente al público.
Es sorprendente que puedan adaptarse tan fácil a la modernidad, al punto de que el público sepa sus canciones nuevas. Pero al mismo tiempo es evidente que la banda sabe que quienes pagaron la entrada lo hicieron pensando sobre todo en los clásicos. Canciones como ‘Rock Show’, recuperan su papel en el repertorio y otros temas pensados para los coros como ‘Feeling This’ o el cierre con ‘All The Small Things’ demuestran la permanente conexión del grupo con la audiencia.
Para lo caótico que es el sonido del grupo es llamativo lo calculado que es su concierto. La banda sabe cuando mover un acorde, cuando acelerar una canción y cuando provocarle al público con un par de acordes fuera de tiempo. Es la combinación de una banda aún dispuesta a hacer chistes de gases o sexuales en tarima, pero que en realidad ha crecido en los años que han pasado explorando los sonidos que han definido el siglo XXI, y que no salen del programa ni una vez de cara a los asistentes.
UNA REUNIÓN EMPUJADA POR EL CÁNCER
Es importante decir que la reunión nace precisamente de un diagnóstico de cáncer del bajista Mark Hoppus. La enfermedad fue suficiente para que el grupo retomara el contacto, y recuperaran la energía que habían perdido al mantener proyectos separados.
Así lo recordó el propio tarima Hoppus desde la tarima asegurando que sus compañeros de la banda y sus fanáticos le habían «salvado la vida». Es uno de los temas que flotan alrededor cada momento del concierto, y que el bajista y compañía lo asuman es una buena noticia para que sigan siendo importantes en los próximos años.
BLINK 182 VUELVE A SU MEJOR VERSIÓN
La realidad es que la banda parece estar de vuelta a su mejor versión. El trío sigue manteniendo su energía caótica, pero la experiencia les permite atrapar y cautivar a un público al que manejan a gusto desde la tarima. Es una característica importante de la banda ahora que están trabajando en esta nueva etapa que se coronará con un nuevo disco de estudio.
Tampoco debería ser una sorpresa que los miembros de Blink 182 se muestren tan entusiasmados de estar en la tarima. Hasta hace poco el bajista y vocalista Mark Hoppus debió enfrentar un cáncer pero tanto Tom Delonge como Travis Barker se entregaron de lleno a apoyarlo durante el difícil tratamiento. La banda siempre sirvió como la familia adoptiva de sus miembros, y como un apoyo importante para sus fanáticos que quizás pasan por momentos similares.
Para Blink 182 esta energía que llevaron a las tarimas de la gira debe llegar a su nuevo disco. La banda californiana sabe que no será fácil destacarse con nuevos competidores, e imitadores que se han unido a la banda para los conciertos en vivo. Por eso la buena reacción en vivo a Edging debe ser la mejor noticia posible El trío es uno de los más llamativos de pop punk de los 90, pero han sabido llevar ese sonido a la tarima sin problema.