Una operación conjunta desarrollada por la Policía Nacional española y francesa en colaboración con Europol e Interpol ha finalizado con la detención de 15 personas vinculadas a una organización de tráfico internacional de vehículos que había robado más de 170 automóviles.
La organización estaba compuesta por diferentes células, de entre tres y cuatro personas, dirigidas todas ellas por la misma persona, ha informado la Policía Nacional en un comunicado.
El líder de la banda recibía los encargos de los vehículos a sustraer a través de un canal de mensajería instantánea en el cual los compradores le indicaban la marca y el modelo exacto que querían.
Los coches han sido robados en diferentes países de Europa (Francia, Bélgica, Alemania, Suiza y España) y para sustraerlos utilizaban «aparatos electrónicos de última generación» o bien los alquilaban con documentación falsa, o a nombre de terceros, y no los devolvían.
De las 15 personas detenidas, tres han ingresado en prisión, y se han realizado 13 registros en los que se han intervenido «numerosas herramientas» utilizadas en el robo de los vehículos, como centralitas, teléfonos móviles, permisos de conducir falsificados, placas de matrícula y dinero en efectivo.
La investigación comenzó cuando la Policía Nacional de Francia puso en conocimiento la existencia de una organización criminal «muy activa» y presuntamente dedicada a la sustracción de vehículos por toda Europa para su posterior traslado y matriculación ilegal en países africanos.
Según los investigadores, la banda estaba asentada en París y tenía ramificaciones en España, al tiempo que ha quedado acreditado que llevaba operando desde, al menos, enero de 2021. A partir de ese momento, y junto a Europol e Interpol, se inició la investigación de forma conjunta entre ambos cuerpos policiales.
ORGANIZACIÓN
El líder de la banda, que ha sido detenido en Francia y se encuentra en prisión provisional, además de ordenar a las células el robo de los vehículos por diferentes países, también decidía cuándo debían enviarse a África y desde dónde.
«Todo ello variaba en función de los costes de la operación y atendía siempre al objetivo de dificultar las labores de investigación policiales, de forma que no permitiese establecer un patrón delictivo concreto», ha explicado la Policía.
Una vez realizados los arrestos y analizada la información y documentación incautada, los agentes descubrieron que la organización había enviado tres contenedores a Dakar (Senegal) desde los puertos de Le Havre y Las Palmas.