Tras la clausura exitosa del Mundial de Fútbol Femenino, una nueva ola de inversión y oportunidades se avecina para el fútbol femenino. Victoire Cogevina Reynal, una destacada empresaria greco-argentina y ferviente defensora de la igualdad de género en el deporte, ha anunciado el lanzamiento de Mercury 13, un conglomerado de inversión que poseerá participaciones de control en equipos de fútbol femenino profesional en Europa y América Latina. Con una inversión inicial de 100 millones de dólares, Mercury 13 está listo para transformar la industria del fútbol y fortalecer su compromiso con la equidad y la excelencia deportiva.
El anuncio de Mercury 13 llega con su primera adquisición en el horizonte: el equipo femenino Lewes FC de segunda división en Inglaterra. La empresaria Victoire Cogevina Reynal explica que la elección de Lewes se basó en la alineación de valores y principios fundamentales que Mercury 13 busca en sus clubes. «Lewes representa lo que creemos que debería ser la gestión de un club femenino: inclusión, dedicación y empoderamiento», afirma Cogevina.
Además de esta adquisición, las conversaciones avanzan para equipos de primera división en países como España, Italia, Argentina y Uruguay. Este compromiso de inversión promete revitalizar la infraestructura del fútbol femenino, llevando consigo oportunidades de crecimiento para jugadoras, entrenadoras y todo el ecosistema del deporte.
REVITALIZANDO EL FÚTBOL FEMENINO: CAMBIOS SIGNIFICATIVOS EN EL HORIZONTE
La visión de Mercury 13 es audaz: establecer un estándar de propiedad en la industria del fútbol femenino, identificando y apoyando a los super-clubes del futuro y potenciando su atractivo comercial para un mercado desatendido pero apasionado: las aficionadas al fútbol. El lanzamiento de Mercury 13 representa una oportunidad única para reformular y enriquecer el fútbol femenino, incrementando su alcance y atractivo.
La inclusión de mujeres en la gestión y propiedad de clubes no solo revitalizará el fútbol femenino en términos de inversión, sino que también proporcionará modelos a seguir para jóvenes futbolistas. «Las jugadoras jóvenes podrán mirar hacia arriba y ver que su camino no tiene límites, que pueden llegar a ser dueñas y dirigentes en este mundo», dice Cogevina.
La estrategia de adquisición de Mercury 13 es una respuesta directa a la comprensión de que el fútbol femenino es un juego único, y su audiencia busca una experiencia diferente. Entender a las aficionadas y responder a sus deseos es clave para el éxito continuo de los clubes bajo el grupo Mercury 13. La empresa se dedicará a adquirir clubes con un potencial sólido para la promoción y comercialización, así como para el desarrollo de un ecosistema deportivo vibrante.
HOMENAJE AL TALENTO NO RECONOCIDO
El nombre «Mercury 13» no es casualidad. Este grupo de propiedad multi-club rinde homenaje a las 13 mujeres que superaron las pruebas para astronautas en 1961, pero se les negó la oportunidad de trabajar para la NASA debido a su género. La aspiración de enviar una nave tripulada al espacio solo con mujeres fue cancelada en esa época, a pesar de las capacidades demostradas por estas mujeres.
«El nombre Mercury 13 nos recuerda que no debemos limitar el potencial de nadie por razones de género», comenta Cogevina. Este homenaje refuerza el compromiso de Mercury 13 con la equidad y la oportunidad, y resalta la importancia de no dejar que los prejuicios de la época dicten las posibilidades de hoy.
La noticia de Mercury 13 y su inversión inicial de 100 millones de dólares abre una ventana de oportunidad para el fútbol femenino en Europa y América Latina. Con un enfoque en la igualdad de género, el empoderamiento y el crecimiento, Mercury 13 está destinado a cambiar el panorama del deporte, empoderando a las futbolistas, atrayendo a las aficionadas y estableciendo una nueva era de excelencia en el fútbol femenino. Con este hito histórico, se espera que el fútbol femenino reciba la inversión y el reconocimiento que merece, permitiendo que las futuras generaciones de mujeres en el deporte alcancen alturas antes inimaginables.