El presidente de la Real Federación de Fútbol Española (RFEF) Luis Rubiales ha logrado que no se hable de la celebración en sí de la consecución del Mundial de fútbol por parte del combinado español femenino. Su beso a la jugadora, Jenni Hermoso, durante la entrega de medallas acapara todas las portadas y debates en torno a la Selección. Y es que el presidente se excedió y abusó de su cargo para coger por la cabeza a Hermoso para darle un beso en la boca, sin consentimiento.
Por si fuera poco, hemos podido saber gracias a Relevo, que el presidente de la federación trató de presionar a Jenni Hermoso durante la escala en Doha, que la Selección realizó en su viaje desde Sídney a Madrid, para que apareciese junto a él en un vídeo aclaratorio y que tratase de quitar hierro al asunto, a lo que la jugadora se negó. Incluso el entrenador, Jorge Vilda, trató de mediar por medio de la familia, pero Jenni Hermoso se mantuvo firme y durante todas sus declaraciones tan sólo ha querido hablar del torneo.
Pero es que Rubiales no tienen ninguna intención de quitar hierro al asunto, tan sólo de salvar su cuestionado puesto. Lo dejó claro en sus primeras declaraciones a El Partidazo de la Cope tras el beso «Es un pico de dos amigos celebrando algo, no hagamos caso a los tontos y a los idiotas. No hagamos caso y disfrutemos de lo bueno. Si hay tontos, que sigan con sus tonterías. Vamos a hacer caso a los que no son tontos». España será muchas cosas, pero no es idiota y menos cuando Jenni Hermoso, momentos después del beso, reconoció en un directo de Instagram «Eh, no me ha gustado. ¿Pero qué hago yo? ¡Mírame a mí, mírame!».
Sin embargo, el de Jenni Hermoso no fue el único beso que «repartió Rubiales», durante la celebración sobre el césped, en un directo para Instagram que estaba realizando la goleadora, Olga Carmona, el presidente muy amante de aparecer en todas las fotos, le plantó un beso en la mejilla. Un día después del beso que ha manchado la celebración del título, Rubiales intentó pedir disculpas por su acción, pero el daño ya estaba hecho, las imágenes en dominio público y ya se pedía su cabeza.
La tensión es máxima y altos cargos del gobierno han realizado duras declaraciones contra Rubiales, que dejan entrever que podría peligrar su continuidad al frente de la Federación. El último en hacerlo ha sido el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, quien ha recibido a las campeonas en La Moncloa este martes y que ha reconocido «Las disculpas de Rubiales no son suficientes ni adecuadas; fue un gesto inaceptable».
En la misma línea se mostraba la vicepresidenta del gobierno, Yolanda Díaz «Seguimos pidiendo la dimisión de Rubiales, que ha vejado y agredido a una mujer. Sus excusas no sirven en absoluto«. También han reaccionado en Unidas Podemos, la ministra de Igualdad, Irene Montero se mostraba contundente en Twitter «No demos por hecho que dar un beso sin consentimiento es algo “que pasa”. Es una forma de violencia sexual que sufrimos las mujeres de forma cotidiana y hasta ahora invisible, y que no podemos normalizar. Es tarea de toda la sociedad. El consentimiento en el centro. Solo sí es sí».
Pero no sólo los políticos se han movilizado también lo han hecho árbitros como Estrada Fernández, miembros de la propia federación, incluso la presidenta de la Liga F (la liga femenina española). Sin embargo, todo apunta a que Luis Rubiales no dimitirá por su propio pie, por lo que es el gobierno quien tiene que tomar la decisión de prescindir de él y elegir un sustituto.
Incluso Megan Rapinoe, probablemente la futbolista más popular e influyente del mundo, ha condenado las acciones de Rubiales. Ha dejado claro que «Me hizo pensar en cuánto debemos soportar. Piensa en lo mucho que tuvo que soportar el equipo español: algunas de las jugadoras que se plantaron el año pasado (para protestar por el mal trato por parte de su entrenador y de la Federación) ya no están en el equipo. Tal vez eso fue algo que las impulsó, pero eso no debería ser necesario», empezó analizando la doble campeona del mundo con la selección femenina de Estados Unidos.
Los escándalos de Rubiales
El beso a Jenni Hermoso ha sido el último de los escándalos de Luis Rubiales, que llegó al máximo cargo de la Real Federación Española de Fútbol en mayo de 2018 tras la destitución de Ángel María Villar por medio del Tribunal Administrativo del Deporte (TAD).
Quien abanderó el cambio del fútbol en España mantuvo desde el primer minuto una guerra declarada con el presidente de la Liga, Javier Tebas, que ha vivido momentos de mucha tensión con declaraciones por ambas partes muy subidas de tono.
En la última asamblea de la RFEF, Rubiales pidió el apoyo de los afiliados para la construcción de un estadio de fútbol nuevo para albergar los encuentros de la Selección «Queremos que la Asamblea nos respalde en la idea de construir un estadio nacional de entre 30 y 40 mil espectadores». Obras que no se entienden puesto que la Federación tiene a su disposición todos los campos de España, incluidos los de mayor aforo como el Metropolitano, el Bernabéu o el Camp Nou.
Pero para colmo de males está La Cartuja que cuenta con 60.000 localidades, en Sevilla, que es propiedad de la Federación y que tan sólo se utiliza para jugar la final de la Copa del Rey, puesto que ni Betis, ni Sevilla la utilizan por tener sus propios estadios. Por lo que sería un gasto innecesario. Sin bien Rubiales cambió y con acierto el formato de la Copa del Rey, pasando de doble partido a partido único, en campo del rival de menor entidad hasta llegar a las semifinales. También se llevó a Arabia Saudí la Supercopa de España, desvirtuando la competición, puesto que antes se jugaba entre el campeón de Liga y el de Copa, y en verano. Ahora se juega una Final Four entre los campeones y subcampeones.
Espionaje y fiestas injustificadas de Rubiales con dinero de la Federación
En 2022 el tío de Rubiales, Juan Rubiales, denunció ante Anticorrupción que la Federación había organizado una fiesta, con chicas jóvenes pagadas, con dinero público en un lujoso chalet de Granada, en la que estaban implicados varios altos cargos de la Federación, incluido el propio Luis Rubiales.
Ese mismo año el presidente de la federación se subió el sueldo eliminando la parte variable por la firma de contratos. Pasó a cobrar 675.761,87 euros, cuando el anterior presidente cobraba 165.000 euros. Pero es que además seguiría recibiendo una ayuda al alquiler de la vivienda de 3.000€.
Y para cerrar su año 2022, El Confidencial destapó, además de los audios con Piqué. Que el presidente de la federación espió a ministros del gobierno de Pedro Sánchez desde 2018 a 2022. Rubiales grabó llamadas telefónicas y también reuniones por medio de un bolígrafo espía.