El ministerio de Igualdad ha recurrido a la colaboración ciudadana e institucional ante el repunte de casos de violencia machista en julio y que sitúa en 31 las mujeres asesinadas en este 2023.
El pasado lunes se conocía el asesinato de una mujer de 29 años en Barcelona, que presuntamente habría muerto a manos de su pareja, sobre la que no recaían denuncias previas, tal y como ha informado el Ministerio de Igualdad. Con este asesinato, las víctimas de violencia machista en España ascienden a 31 en los meses que llevamos de 2023, y a 1.215 desde el 2003, año en el que se comenzaron a registrar estos asesinatos.
Desde el Ministerio de Igualdad, tanto la ministra en funciones, Irene Montero, como la delegada de Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, han expresado su «más absoluta condena y rechazo a este asesinato machista» y han trasladado su «apoyo» a familiares y amigos de la víctima.
Ante esta situación, el 1 de agosto se reunieron comunidades autónomas, Unidades de Violencia sobre la Mujer, la Fiscal de Sala Delegada de Violencia sobre la Mujer, el Ministerio del Interior y el Ministerio de Justicia, en un Comité de Crisis sobre violencia machista.
Tras la reunión Victoria Rosell comentó que «El verano es una época, o el mes de julio en concreto, especialmente comprometida, en el que hay que estar especialmente alerta ante la violencia de género más extrema». Además, Rosell ha apelado a la colaboración ciudadana «no dude en llamar al 016» para mostrar que «no hay tolerancia» en la violencia contra la mujer, sea de la índole que sea.
«Si somos intolerantes, las mujeres sabrán que estamos ahí para cuando nos necesiten. Este rechazo a toda forma de violencia salva vidas», añadió Rosell. También ha remarcado que actuar de otra manera supone un «silencio cómplice o encubridor».
Posteriormente Rosell ha incidido en las cifras de asesinadas, señalando que julio es el mes de la serie histórica que más casos de violencia de género registra. Por ejemplo, en julio de 2010 y de 2019 se contabilizaron diez mujeres asesinadas y, en el mismo mes de 2015, nueve. En julio de este año el número asciende a siete casos, con el de Barcelona, y podría aumentar en el supuesto de que se confirme otro caso en Sevilla. Rosell ha querido destacar que las tres últimas víctimas no llegaban a los 30, eran «veinteañeras».
Y ha demandado «proactividad» en la detección a las instituciones, Policía, Justicia, CCAA, entidades locales, servicios sociosanitarios y educativos; y colaboración a los medios de comunicación para dar a conocer los recursos a disposición de las víctimas, sobre todo en verano.
El negacionismo que preocupa a Igualdad
En el informe “Culpables hasta que se demuestre lo contrario. Percepciones y discursos de adolescentes españoles sobre masculinidades y violencia de género”, de la Fundación Fad Juventud, se recoge que el 46,4% de los jóvenes se declara feminista, mientras que otro 41,8% dice no serlo.
Este estudio tiene como objetivo ahondar en los discursos adolescentes para comprender qué argumentos y narrativas se están desplegando, para poder contrarrestar algunos de sus efectos más nocivos.
En el estudio se concluye que la violencia de género es un problema social «muy grave» con el apoyo del 74,2% de los encuestados a favor. Sin embargo, existe un 44,7% de hombres que no se definen ni como machistas, ni como feministas. En los cuales sí ahonda el estudio, para tratar de dar respuesta a esta situación.
Entre esos hombres abundan mensajes como que el feminismo “busca perjudicar a los hombres” (34,7%) o que “no se ocupa de problemas reales, sólo se usa como herramienta política” (38,1%). Asimismo, esta posición intermedia refleja apoyos por encima del 45% ante afirmaciones como: “no se puede debatir con feministas porque te acusan de machista muy rápido” o “los hombres suelen tener trabajos más duros que las mujeres”.
Y todo esto se produce cinco años después de la entrada en el gobierno de Irene Montero y su ministerio de Igualdad, que si bien ha reconocido realidades «ocultas» con la Ley Trans, también ha manchado la imagen del feminismo con la «Ley del solo sí es sí» que ha puesto en libertad a cientos de violadores y reducido la condena a miles de estos agresores machistas.
Lo que ha provocado que en la calle se haya producido un cisma dentro del feminismo entre las personas que sí creen en el modelo de feminismo de Montero y las que, aun siendo feministas, entienden que el feminismo real va encaminado por otros senderos, circunstancia que se pudo constatar el pasado 8 de marzo, cuando varias manifestaciones feministas marcharon al grito de «Irene Montero, dimisión».