La comida a domicilio se ha convertido en la gran salvación de muchos, no sólo durante el fin de semana o en esos momentos en los que no apetece cocinar, sino también en el trabajo, donde la comida se convierte en un necesario «break» de la oficina. Un contexto en el que Desfase ha llegado a Madrid para quedarse, con una propuesta divertida, novedosa y con un toque «gamberro» que conquista a los ojos, y también al paladar.
«No lo pruebes, que engancha». Con esta peculiar promesa se presenta Desfase, un servicio de comida a domicilio que, sin duda, busca sorprender a sus usuarios, con un marketing muy centrado en el estilo más desenfadado y moderno. Algo que podíamos comprobar recientemente, cuando la marca de restauración decidía hacer una peculiar campaña de cara a las elecciones del pasado 23 de julio.
Una campaña que prometía más de una sorpresa para aquellos que hubieran sufrido en sus carnes la fecha escogida por el presidente del Gobierno para las elecciones presidenciales. «¿Cambiaste vacaciones por elecciones? Mereces promociones» destacaban desde sus redes sociales los chicos de Desfase. Una promoción que, sin duda, conseguía sorprender en plena efervescencia electoral… casi tanto como nos ha sorprendido a Qué! la oferta gastronómica de este peculiar servicio a domicilio que parece estar más que dispuesto a hacer mucho ruido en la capital española.
SABOR 100% CASERO, CON UNA PROPUESTA DIFERENTE
Difícil parece escoger entre las muchas propuestas que ofrece Desfase para llevar a domicilio. Y todas ellas, preparadas en un envase fácil de calentar al microondas (algo que nos encanta como solución TOP para cuando toca comer en la oficina). Y una de las primeras decisiones es especialmente complicada:¿Qué te apetece más, comida más «mediterránea», como unas alcachofitas rellenas, o unas ranch fries con bien de queso y bacon al estilo americano?
Decisiones que parecen adaptarse a todos los paladares, y a todos los momentos, pudiendo elegir entre gastronomía española, americana, italiana, o la opción «healthy», con un claro toque más asiático proveniente de los ramen. Nosotros hemos optado, en primer lugar, por una tortilla de patata (que no puede faltar…) a la tradicional, ¡con cebolla! aunque también la puedes escoger con cebolla caramelizada, salsa brava, trufa… ¡un lujo! Desde luego, una tortilla que nada tiene que envidiar a la que puedes hacer en casa, crudita por dentro, y perfectamente redondita.
Lo reconocemos: también pedimos uno de los platos más tradicionales de Italia, con un toque Desfase que nos encantó: «no me toques la carbonara». Y tanto que no dejamos que nos la tocaran… pero ni los de foto, que no les dio tiempo a mostraros lo espectacular que está la pasta, con un sabor digno de ser disfrutado escuchando a Ramazzotti, y de salvarte en una cita romántica si no quieres cocinar (te guardaremos el secreto, prometido).
Por supuesto, el toque americano no podía faltar en nuestro menú… ni debería faltar en el vuestro. Y es que el costillar ibérico estaba en su punto, con una carne tan bien sazonada y cocinada que, literalmente, se despegaban del hueso. Una locura de salsa con Jack Daniels y Chipotle BBQ.
Por si fuera poco (las raciones son bastante generosas), y como no podía faltar un toque dulce, a nuestras manos llegó uno de los mejores brownies que hemos podido probar. Muy, muy jugoso y sorprendente. Sobre todo, porque el equilibrio entre el sabor de nuez, y el sabor del chocolate, aparecen combinados perfectamente en un postre tierno y recién hecho (y más que suficiente para compartir entre dos o tres, según lo goloso que seas) que, sin duda, es un 10 para terminar este pequeño gran «break», con un toque de lo más gamberro, de la jornada laboral.