Las refrigeradoras no solo pueden verse afectadas por averías o fallas en su funcionamiento, sino que, además, pueden experimentar problemas como los malos olores. Para evitar aromas desagradables y garantizar la limpieza de las refrigeradoras es necesario conocer las causas que producen este tipo de situaciones.
La principal función de las refrigeradoras es almacenar, conservar y refrigerar todo tipo de alimentos como carnes, quesos, embutidos, frutas, verduras y bebidas. De forma progresiva, todos estos alimentos tienden a dejar residuos en la refrigeradora, contribuyendo a la proliferación de bacterias y microorganismos.
Como resultado de ello, no solo se producen malos olores, además, los nuevos alimentos pueden ser contaminados con los residuos de los antiguos. Por esta razón, es fundamental limpiar las refrigeradoras de forma periódica para evitar los problemas de higiene que se evidencian a través de la vista y el olfato.
Principales pasos para limpiar la refrigeradora
A continuación, vamos a hablar de algunos de los principales pasos y tareas que se deben llevar a cabo a la hora de limpiar una refrigeradora.
Preparar la refrigeradora
Para llevar a cabo una limpieza profunda, es necesario desenchufar la refrigeradora y retirar todos los alimentos que se encuentran en su interior. Posteriormente, deben retirarse todos los compartimentos y piezas internas de la nevera como las repisas, los cajones y las bandejas, hasta dejarla totalmente vacía.
Buscar los instrumentos de limpieza
Para limpiar una refrigeradora, es necesario contar con algunos instrumentos y utensilios de limpieza que la mayoría de las personas puede encontrar en su hogar. Por ejemplo, se recomienda el uso de guantes de plástico, así como de esponjas y paños.
Por otra parte, a la hora de limpiar una refrigeradora es necesario tener a mano bicarbonato de sodio para crear una mezcla con agua, con una proporción de 50% y 50% cada uno. El principal motivo de ello es evitar el uso de productos químicos que puedan adherirse a la superficie de la nevera.
Para eliminar la suciedad y bacterias de forma más eficaz, se recomienda utilizar agua tibia para la mezcla con el bicarbonato.
Limpieza con una esponja
Una vez preparada la mezcla, se puede comenzar a limpiar la refrigeradora mediante una esponja. La mezcla de agua tibia y bicarbonato de sodio no solo debe aplicarse en la superficie interior de la nevera, sino que además, también deben limpiarse los cajones y las repisas.
Las manchas más difíciles de quitar pueden eliminarse utilizando una mezcla de bicarbonato de sodio con vinagre. Se debe aplicar durante 5 minutos y luego se debe enjuagar con agua tibia.
Paso final
Finalmente, es necesario enjuagar todo el interior de la nevera con la ayuda de un paño húmedo y dejar que toda la superficie se seque. Ahora, se puede enchufar nuevamente la nevera y esperar una temperatura apropiada para colocar los alimentos en su interior.
Para evitar que los malos olores vuelvan, se recomienda colocar un recipiente abierto con bicarbonato de sodio, utilizar café molido o rodajas de naranjas. Estos alimentos tienen la capacidad de absorber los malos olores y generar un aroma fresco en la refrigeradora.