Así es, el interés de los españoles se concentra entre Feijóo y Sánchez. Cuando nos encontramos en plena carrera electoral, a escasos días de las elecciones generales anticipadas convocadas por el Presidente del Gobierno Español, Pedro Sánchez, los debates entre contrincantes parecen representar la mejor estrategia electoral para los partidos políticos.
Hace pocos se dio el gran debate entre los principales oponentes de esta contienda electoral, el actual Presidente de Gobierno Pedro Sánchez del Partido Socialista y su principal oponente, Alberto Núñez Feijóo, un debate que aunque fue uno de los más vistos en los últimos años, fue el menos visto en la historia de la democracia española, más de 5,9 millones de personas pudieron seguir el debate a través de Atresmedia.
Al comparar los números obtenidos en los debates realizados en el pasado cercado, se puede comprobar que los resultados han sido bastante bajos, en el año 2008 el debate que se realizó entre Mariano Rajoy y José Luis Rodríguez Zapatero obtuvo la extraordinaria cifra de 13 millones de espectadores, en el año 2015 el cara a cara que se efectuó entre Mariano Rajoy y Pedro Sánchez alcanzó la cifra de 9,7 millones de espectadores, números indican una disminución significativa en el número de espectadores.
Ahora bien, estas cifras sobrepasan las obtenidas por el debate de los siete que se efectuó el pasado jueves, donde participaron representantes de los partidos políticos más importantes de España, Patxi López por el PSOE, Cuca Gamarra por el PP, Iván Espinosa de los Monteros por VOX, Aina Vidal por Sumar, Gabriel Rufián por ERC, Aitor Esteban por PNV y Oskar Matute por Bildu, y que obtuvo apenas 1,9 millones de espectadores.
Estas cifras no son para nada sorprendentes, gran parte de los españoles se encuentran disfrutando en este momento de las vacaciones de verano, y enfrentando muchos de ellos una realidad económica dramática, lo que ha generado un sentimiento de apatía generalizada, que esperemos nos e extienda hasta el próximo 23J.
Algunas lecturas de interés del debate entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo
Los debates forman parte de las estrategias electorales de los partidos políticos, es una herramienta que muchos especialistas han considerado como de “doble filo” debido a la gran cantidad de información que proporcionan.
Así es, porque no se trata sólo del discurso de los participantes, se evalúan aspectos que a simple vista pasan desapercibidos para muchos pero que pueden llegar a marcar una gran diferencia, desde el vestuario, los gestos en el rostro, los movimientos de las manos, las palabras claves utilizadas e incluso el control del tiempo, lo que los especialistas llaman la comunicación no verbal.
Un dato curioso, en el llamado “minuto de oro” del debate, que se dio exactamente a las 22.45 horas, momento en el que se alcanzaba el pico más elevado en la curva de espectadores, fue cuando Alberto Núñez Feijóo le proponía a Pedro Sánchez que acuerdo de gobernabilidad, es decir, de acuerdo a las los resultados de las elecciones gobernaría la lista más votada y no el partido que pierda.
Para muchos analistas este cara a cara no pasó de ser un espectáculo mal moderado que mostró “la degradación del clima político en España”, en el que no se trataron temas importantes para los espectadores que esperaban respuestas claras a temas básicos como el desempleo, el alquiler, la salud.
En un debate que aunque estuvo dividido en cuatro bloques con temas bastante específicos, economía, igualdad, pactos, educación y política institucional, y donde se esperaban más que “comentarios del pasado”, propuestas para el futuro, estuvo dominado por la ausencia total de propuestas y una actitud bastante a la defensiva e incluso cambios en el tono del discurso y eso sí, demasiadas interrupciones que impedían que los participantes terminaran de exponer una idea.
Sin embargo, para muchos hubo un ganador, el candidato del PP Alberto Núñez Feijóo quien mantuvo en todo momento el control del debate, a diferencia de un muy nervioso Pedro Sánchez a quien le costaba disimular el “temblor en sus manos”, sin embargo, todavía queda mucho por ver.
Un elemento valioso del debate y que Feijóo logró manejar a la perfección, es que el objetivo del mismo no era convencer al contrincante ni a los moderadores, se trataba en todo momento de llegar a los espectadores, un detalle que en muchas oportunidades parece que olvidaba Pedro Sánchez.
Lo cierto es que el cara a cara sirvió para marcar dos personalidades totalmente distintas, de los proyectos políticos muy poco se habló, sin embargo, los espectadores ya tienen una idea más clara de quien de los dos es más fiable.
Otra lectura del debate, el interés de los españoles por la política y los procesos electorales sigue bajando, se ha pasado de 13 millones de espectadores en el año 2008 a 5 millones de espectadores en el año 2023, las razones son muchas y obviamente el tiempo no alcanza para comentarlas, pero es un dato que los candidatos deberían considerar.