Una de las grandes ventajas que tienen los turistas españoles guarda relación con la buena ubicación del país ibérico. Sea cual sea el destino al que quieran acudir, todos ellos están a no mucha distancia. Un claro ejemplo es el Vaticano. De hecho, llegar por carretera desde Girona supone recorrer prácticamente la misma cantidad de kilómetros respecto a quienes se desplazan hasta Vigo.
Si a ti también te llama la atención el Vaticano y quieres gozar de una experiencia memorable en este lugar tan turístico, es importante que valores una serie de aspectos en los que profundizaremos a continuación.
Cómo se llega al Vaticano
Lo mejor que puedes hacer es, en primer lugar, volar a Roma. También es posible ir por carretera, pero si aprovechas la vía aérea llegarás a la capital italiana en menos de dos horas.
A continuación, ve a la estación de autobuses conocida como Roma Termini. Hay dos líneas que son especialmente útiles para los turistas: la 40 y la 64. En los dos casos, la parada que te dejará más cerca del Vaticano exige andar tan solo unos diez minutos, perfectamente asumibles para la gran mayoría de viajeros.
Si prefieres hacer el trayecto en una menor cantidad de tiempo, una muy buena opción por la que puedes decantarte consiste en coger el metro que te hará llegar a la estación más próxima, la cual recibe el nombre de Ottaviano-S. Pietro. No solo irás más rápido en comparación con el autobús, sino que tendrás que caminar la mitad con tal de hacer acto de presencia en la Ciudad del Vaticano.
Comprar entradas
En el Vaticano hay numerosos puntos atractivos que pueden ser visitados. Para adentrarte en ellos, es esencial adquirir entradas. Si ya de por sí con este sistema acostumbran a estar abarrotados, si fuese el acceso completamente libre sería un caos absoluto.
Debes tener en cuenta que el Vaticano es visitado año tras año por unos quince millones de personas. Cada día pasan por allí cuarenta mil viajeros distintos, lo cual da a entender la relevancia que adquiere la compra de tickets con antelación.
Afortunadamente, hoy en día gracias a Internet puedes comprar entradas Vaticano de manera rápida y sencilla. Incluso si por unos u otros motivos no has tenido la posibilidad de hacerlo anticipadamente, cuentas con la alternativa ‘last-minute’, pero no siempre está disponible.
La antelación es fundamental sobre todo si pretendes viajar al Vaticano en plena estación veraniega o durante el transcurso de la Semana Santa. Si no adquieres los tickets, te verás incapaz de acceder a monumentos que no te puedes perder.
Qué ver en el Vaticano
Independientemente de si eres o no religioso, quedarás fascinado con los lugares tan impresionantes que se emplazan en Ciudad del Vaticano. El más popular de todos a nivel mundial es con diferencia la Capilla Sixtina.
El arte inconfundible de Miguel Ángel está muy presente en esta estructura, la cual fue restaurada en el siglo XV y se mantiene en perfecto estado a día de hoy. La ornamentación de la bóveda no deja indiferente a nadie. Incluso quienes se consideran ateos o agnósticos no pueden evitar quedar alucinados especialmente con el fresco que recrea a Dios otorgándole la vida a Adán.
La Capilla Sixtina no es ni mucho menos lo único que puede visitarse en el Vaticano. De hecho, el acceso a estas instalaciones está incluido al adquirir un ticket válido para adentrarse en los conocidos como Museos Vaticanos.
Básicamente nos referimos a unos espacios museísticos que dan una gran importancia a los movimientos artísticos. Desde que fueron creados a principios del siglo XVI han recibido a una ingente cantidad de visitantes, quienes no dudan en desplazarse miles de kilómetros con tal de visitar dichas galerías.
Las pinturas y esculturas, las cuales son tanto romanas como griegas, son solo unos de los muchos atractivos con los que cuentan los Museos Vaticanos. A la lista hay que sumar los libros que están a buen recaudo en la Biblioteca Apostólica Vaticana. Los textos que se encuentran en estas instalaciones tan bien cuidadas son sinónimos de historia en estado puro.
Si la lista de puntos turísticos te parece extensa, has de saber que todavía no ha terminado. Lo cierto es que va mucho más allá con otros lugares que no te puedes perder si decides visitar el Vaticano, sobre todo la Basílica de San Pedro que se inauguró en el año 1626 y cuenta con una altura de 137 metros. De este espacio destacan principalmente los mosaicos de la nave central, los cuales abarcan una superficie de varios miles de metros cuadrados.
El listado termina con otros puntos imprescindibles como los jardines y la plaza de San Pedro. Así pues, el tiempo se te pasará volando cuando visites la Ciudad del Vaticano, sobre todo si compras entradas con audioguías que te llevarán a evitar las interminables colas.