El origen de la fiesta de San Fermín se remonta varios siglos atrás celebrandose en 1186, cuando el Obispo de Pamplona Pedro de París recogió en Amiens las reliquias de San Fermín y su festividad fuera 10 de octubre. Sin embargo, en 1591 las fiestas fueron trasladadas al 7 de julio por un motivo de feria comercial, aquí se realizaban danzas, música y comedias. El pañuelo rojo en San Fermín es muy común verlo a lo largo de la festividad, antes del famoso chupinazo la gente suele llevar en la muñeca, en el bolsillo o en la mano, y los lanzan al aire cuando se inauguran las fiestas y ya cuando se empieza la celebración se lo anudan al cuello.