La activista por el medio ambiente, Greta Thunberg, ha asistido a una reunión con el presidente ucraniano Volodímir Zelenski en Kiev, donde han tratado temas como el impacto de la guerra en el medio ambiente.
Según informó el pasado jueves el servicio de prensa de la presidencia de Ucrania, Greta Thunberg ha estado presente en las reuniones del Grupo Internacional de Trabajo sobre las Consecuencias Medioambientales de la Guerra, que evaluará los daños que está causando la guerra al medio ambiente y cómo pueden afectar en el futuro.
En dicha reunión además del presidente ucraniano y la activista han estado presentes la exministra de Asuntos Exteriores de Suecia, Margot Wallström, la vicepresidenta del Parlamento Europeo, Heidi Gautala y la expresidenta de Irlanda Mary Robinson. Y por parte de Ucrania había varias autoridades, entre ellas el fiscal general, Andriy Kostin, y el jefe de la presidencia, Andriy Yermak.
Tal y como informa el departamento de prensa presidencial, Greta Thunberg “entablará un diálogo con representantes de ONG medioambientales sobre las principales tareas del grupo de trabajo internacional y llamaría la atención sobre las consecuencias medioambientales de la guerra”.
Mientras que el presidente, Zelenski ha comentado: «Les agradezco su apoyo a nuestros esfuerzos y su clara postura: el agresor debe rendir cuentas por todo lo cometido contra las personas y contra la naturaleza, contra la vida en general. Todas las vidas destruidas y los destinos rotos, todos los daños causados a la naturaleza, las ciudades y los pueblos, todas las pérdidas debidas a este ecocidio son responsabilidad directa del Estado ruso».
Preocupación de Greta Thunberg por el ecocidio
El ecocidio es el daño que se le realiza al medio ambiente por medio de actos ilícitos a sabiendas de que se conozca que dichos actos pueden acarrear daños graves, extensos y duraderos en el medio ambiente.
Como hemos comentado la visita a Ucrania del conglomerado de políticos se centrará en evaluar los daños producidos por la guerra al medio ambiente. Y uno de los hechos que ha centrado la reunión y que seguro centrará los estudios es la destrucción de la presa de la central hidroeléctrica de Kajovka a principios de junio. La cual ha sido calificada por el presidente ucraniano como: «Este ataque provocó el mayor ecocidio en Europa en décadas».
La destrucción de esta presa que separa a ambos ejércitos, sobre el río Dnipro, por parte del ejército ruso en su intento por frenar la contraofensiva ucraniana al sur del país ha provocado graves inundaciones en la zona de combate. Y como resultado de esas inundaciones más de 40.000 personas se han visto afectadas, algunas han muerto en las riadas, mientras que otras pudieron ser rescatadas a tiempo. Lo que se ha calificado por la opinión pública como una catástrofe de proporciones monumentales.
No es la primera vez que se desata una crisis climática que afecta a personas y a la biodiversidad en Ucrania, puesto que en 1986 una explosión en la central nuclear de Chernóbil desató una nube de radiación en gran parte de la Unión Soviética.
Precisamente sobre una central nuclear se vuelve a centrar el foco en Ucrania, en este caso en la de Zaporiyia, la cual está bajo dominio ruso, pero con el ejército ucraniano aproximándose. Y se temen varios escenarios, un ataque nuclear ruso o que los combates puedan desencadenar grietas en los reactores, y provocar otra crisis nuclear en el país.