Los mercenarios del Grupo Wagner se retiraron la noche de este pasado sábado de la ciudad de Rostov, en el sur de Rusia, después de detener su avance sobre Moscú en virtud de un acuerdo alcanzado con Vladimir Putin, que parece aparentemente debilitado tras los acontecimientos. En ese acuerdo habría mediado el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko.
Con este acuerdo se logró desactivar el desafío lanzado por el jefe de los mercenarios, Yevgeny Prigozhin, a las autoridades militares rusas. En los términos del mismo se refleja que los Wagner y su líder abandonan el territorio ruso y trasladan sus cuarteles a la vecina Bielorrusia libres y sin cargos tras la tensa jornada de ayer.
Sin embargo, este intento de motín plantea grandes interrogantes sobre el control de Rusia y sus fuerzas bélicas por parte de Putin. Todo el mundo conoce que el líder ruso ha gobernado el país con mano de hierro durante más de dos décadas pero los hechos de ayer abren numerosas incógnitas sobre su poder. Diversos analistas internacionales, con una visión occidental, no han dudado en señalar que en la jornada de ayer se había hecho añicos el «mito» de la unidad rusa.
«unos corruptos e incompetentes que están imposibilitando el éxito ruso en la contienda bélica»
Yevgeny Prigozhin
En este sentido, hay que remarcar que en estas últimas 48 horas Prigozhin, un exaliado de Putin, cuyas fuerzas libraron y están luchando en los episodios más sangrientos de la guerra en Ucrania ha comentado que su decisión de avanzar hacia Moscú tenía la intención de destituir a los comandantes del ejercito ruso. Unos dirigentes militares que, según Prigozhin, son «unos corruptos e incompetentes que están imposibilitando el éxito ruso en la contienda bélica».
Una situación complicada para el Kremlin que ve dañada su unidad, pone en entredicho su capacidad de maniobra y abre una gran incógnita sobre el futuro de Wagner dentro del ejercito ruso, que podría perder a unas tropas consideradas de élite en ese entramado militar.
Las últimas noticias del jefe de los mercenarios es que habría partido hacia la vecina Bielorrusia, aunque de momento se desconoce el paradero exacto. A Prigozhin se le vio por última vez salir del cuartel general militar del distrito en Rostov el sábado por la noche en un vehículo deportivo. Y sus últimas declaraciones fueron que «en 24 horas llegamos a 200 kilómetros de Moscú. En este trayecto no derramamos una sola gota de la sangre de nuestros combatientes. Es tiempo de no derramar ninguna sangre de gota rusa. Damos la vuelta a nuestras columnas y volvemos a nuestros cuarteles como teníamos previsto».
La actuación de los Wagner después de entrar en Rostov, el principal centro logístico de la retaguardia del ejército ruso para la invasión de Ucrania, fue marchar en un convoy de unos 25.000 hombres hacia Moscú, saltando las barricadas preparadas para evitarlo y manteniendo algún escarceo con tropas rusas. Hecho este que hizo saltar las alarmas en la capital de Rusia y que preparó a la población para un posible asalto por parte de los mercenarios.
En estos momentos Moscú está tranquila y el domingo discurre sin grandes sobresaltos, tras el acuerdo de desescalada alcanzado la noche de ayer por ambas partes. A pesar de esta aparente tranquilidad las autoridades rusas siguen manteniendo el lunes como día no laborable para dar tiempo a que la situación acabe de arreglarse.
SALIDA DE WAGNER DE ROSTOV
A través de los videos compartidos en las redes sociales, especialmente Telegram, se ha podido observar la salida de los mercenarios de Wagner de Rostov durante la noche del sábado al domingo. Esa salida parece que ha sido triunfal y entre el apoyo de la población de la ciudad, puesto que, en estos videos se observa la retirada de los mercenarios entre vítores y disparos de celebración por parte de los ciudadanos de Rostov.
Para confirmar esta salida los funcionarios rusos del sur del país han levantado todas las restricciones de transporte en la región de Rostov. Por otra parte, Alexander Gusev, gobernador de la región rusa de Voronezh, al norte de Rostov y por donde la caravana de los Wagner se dirigió hacia Moscú, ha señalado en su canal de Telegram que “el movimiento de unidades del PMC de Wagner a través de la región de Voronezh está llegando a su fin. Procede con normalidad y sin excesos».
Tras está retirada y marcha a Bielorrusia solo falta por ver que papel tomarán las tropas de Wagner ahora. Si abandonan su participación en la guerra, con la perdida de poder militar que puede suponer para los rusos. O bien, por otro lado, toman la opción de abrir un nuevo frente desde la frontera Bielorrusa, algo que complicaría la situación a Kiev y abriría todavía más un futuro bastante incierto para la región.