Muchas comunidades de propietarios tienen problemas de accesibilidad, tantos que algunas de las personas que viven en ellas no pueden salir de casa o padecen muchas dificultades a la hora de hacerlo.
Esto no debería ser así, puesto que desde 2017 hay una ley que garantiza el uso de los espacios comunes. Así, se pueden realizar las modificaciones que sean necesarias sin la necesidad de tener la aprobación mayoritaria en la junta de vecinos.
¿Cuáles son las claves para hacer más accesibles las comunidades de vecinos?
Hay varias claves con el fin de eliminar las barreras arquitectónicas, haciendo más sencilla la vida a aquellas personas que tienen dificultades a la hora de desplazarse.
Eliminar desniveles
Es uno de los problemas que más se da. Aquí hablamos de los clásicos escalones que hay en la calle, los que se encuentran dentro del portal a la hora de acceder al ascensor, etc.
Existen muchas soluciones, como la clásica rampa que salva unos pocos escalones y que facilita el tránsito con una inversión muy baja. En el caso de que haya varios escalones, otra opción es una silla salvaescaleras o incluso un ascensor.
No debemos olvidar que estos desniveles a veces se dan dentro de la vivienda, como cuando hay un piso arriba. Aquí los elevadores unifamiliares, del tipo de los que fabrica stannah, suelen ser los preferidos.
Pueden subir hasta dos personas y su instalación es sencilla, ya que no hay foso, ni caja de ascensor, ni cuarto de máquinas. Eso hace que se puedan colocar incluso en los espacios más reducidos.
Los accesos se tienen que adaptar
En ocasiones, cuando hablamos de hacer accesible una comunidad, nos quedamos con la entrada desde la calle y en el portal. Sin embargo, hay zonas como los garajes, las piscinas, los trasteros, etc., en los que la accesibilidad es importante.
Aquí hay que salvar los desniveles, pero no hay que olvidarse de instalar agarres en la zona de las puertas. También es necesario medir el ancho de estas, pues por muchas de ellas no puede pasar una silla de ruedas porque no cabe.
Siempre debe haber espacios para maniobras y suelos antideslizantes
Nunca hay que olvidar que las sillas de ruedas, los scooter y los andadores necesitan de espacios amplios para maniobrar, pues no pueden dar la vuelta en un pasillo de dimensiones normales.
De esta manera, cuando se hacen obras de adecuación, rehabilitación, etc., hay que tener esto en cuenta. Tanto en los espacios comunes como en los caminos de acceso hay que dar la anchura necesaria, pues dará libertad a los vecinos que se mueven gracias a estas ayudas.
Además, si las baldosas son de esa clase en la que nos resbalamos enseguida, conviene cambiarlas por unas que sean antideslizantes en todo tipo de condiciones, siempre lo más lisas posible con el fin de evitar tropiezos.
Como conclusión, podemos decir que nunca hay que oponerse a estos cambios en la comunidad. Todos nos hacemos mayores, casi sin darnos cuenta, así que terminaremos agradeciendo esas obras que ahora nos parecen un engorro.