Es posible convertirse en diamante después de la muerte en España

Diamantes conmemorativos y otras extrañas soluciones para el final de la vida que el dinero puede comprarte en España

Aunque la mayoría de las personas viven el final de la vida de forma diferente, una cosa es cierta cuando se trata de esos últimos días: la necesidad de reflexionar sobre el tiempo que has pasado en la Tierra y las relaciones que has cultivado a lo largo de tu vida. De hecho, uno puede encontrarse reflexionando y preguntándose si ha vivido la vida al máximo, cómo será el más allá, cómo lo afrontarán sus amigos y familiares, y si se ha preparado lo suficiente para lo que venga después. Son todas preguntas muy naturales, porque no se suele hablar de la muerte y en algunas culturas es un tema tabú, a pesar de ser una parte inevitable de la vida.

Decidir el lugar de descanso final es también una parte importante de la preparación para el final de la vida. Desde convertirse en un diamante conmemorativo hasta transformarse en un árbol, he aquí algunas soluciones curiosas, creativas e incluso extrañas para el final de la vida que encontramos en España.

Las principales causas de muerte en España

En muchos países del mundo, las principales causas de muerte se tienen en cuenta para valorar las estadísticas, calidad y esperanza de vida de la población. En España no es diferente. Según los datos más recientes facilitados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2021 fallecieron en España más personas que las que nacieron, alcanzando las cifras preliminares unos 449,2 mil fallecidos frente a 336,2 mil recién nacidos ese año.

El 26,4 % de los fallecimientos se debieron a enfermedades del sistema circulatorio, el 25,2 % a tumores y el 10,2 % a enfermedades infecciosas. 39 444 personas murieron a causa del virus COVID-19.

Estas son cinco de las soluciones más extrañas para el final de la vida que el dinero puede comprarte en España

Estas son cinco soluciones extrañas y curiosas que el dinero puede comprar en España:

Crio-preservación

La crio-preservación es trata de la posibilidad de conservar los órganos, tejidos y células a una temperatura extremadamente baja (entre menos 80 y 190 grados centígrados), con la esperanza especulativa de que la resurrección sea posible en el futuro. Esta práctica conlleva aún un gran debate ético, moral y queda pendiente una gran investigación científica.

Entierro espacial

Hay empresas que permiten enviar los restos de las personas fallecidas al espacio. De hecho, se puede hacer de dos formas: las cenizas de cremación de la persona o restos se envían hacia la estratosfera con un globo que alcanza grandes altitudes para luego regresar a la Tierra. O bien, se envían al espacio exterior con un cohete. En España, se envió el primer entierro espacial desde las Islas Canarias. Los familiares reciben luego un vídeo conmemorativo de la experiencia que honra a su ser querido.

Convertirse en un arrecife de coral

Coral

Los arrecifes de coral constituyen un importante ecosistema para la vida marina

Si el fallecido tenía cierta relación con el mar u océano, esta opción puede ser una que considerar. En este caso, las empresas que se dedican a la creación de dicha estructura, mezclan las cenizas del difunto y materiales ecológicos y amigables con el medio marino. Se selecciona un lugar del océano para colocar este arrecife y contribuir así a la vida marina de dicha zona.

Convertirse en una planta, árbol o flores

Al igual que la forma de despedida anterior, hay personas que también desean convertirse en una parte del ecosistema natural cuando dejan el plano humano.

Y se puede hacer de dos maneras;

  1. La primera opción es la urna viva. Los restos incinerados de su ser querido se colocan dentro de una urna biodegradable junto con una mezcla de tierra y un agente neutralizador de cenizas que ayuda a contrarrestar las propiedades químicas de los restos incinerados para producir un entorno de crecimiento equilibrado. En el interior de la urna se coloca un retoño de árbol de su elección antes de enterrarlo en el suelo para que nazca una nueva vida.
  2. La segunda opción consiste en enterrar a su ser querido en un huevo biodegradable (llamado vaina funeraria). Encima de la vaina se planta un árbol de su elección o del difunto, que actúa como fertilizante natural del árbol a medida que el cuerpo se descompone.

Ser un diamante conmemorativo

Los diamantes conmemorativos son otras opciones curiosas de despedir a un ser querido. En España y en todo el mundo, ganan popularidad, ya que puedes llevar a la persona que se fue relativamente cerca.

Los diamantes conmemorativos son diamantes REALES que tienen las mismas propiedades ópticas y químicas que los diamantes que se forman en las profundidades de la corteza terrestre. No son diamantes artificiales y, desde luego, no son gemas de imitación (gemas que imitan el color y, a veces, el rendimiento lumínico de una gema natural). Con esta opción, su ser querido vive como un hermoso diamante, el mineral natural más duro de la Tierra.

Para llevar a cabo este proceso, el carbón que se encuentra en las cenizas del fallecido se somete a grandes presiones y temperaturas durante un largo tiempo. Este proceso replica el proceso de formación natural de los diamantes. Los átomos de carbono se unen a una estructura cristalina para formar un diamante. Es un proceso que puede tardar entre 6 y 9 meses en función de la talla y/o el color del diamante.

¿Cuánto cuesta convertirse en un diamante conmemorativo después de la muerte?

¿Alguna vez se ha preguntado por qué dos diamantes aparentemente idénticos pueden tener dos precios diferentes, uno casi un 10 % más caro que el otro? Esto se debe a que hay mucho más en juego de lo que parece cuando se trata de diamantes y sus precios. Los factores más comunes son las 4C: color, talla, claridad y peso en quilates.

Un ejemplo de ello es cómo la más mínima diferencia de color puede influir en el precio de los diamantes conmemorativos, al igual que sus homólogos naturales. Los diamantes conmemorativos ámbar, por ejemplo, se cultivan en condiciones básicas y no requieren tratamientos técnicos especiales, por lo que su precio medio es de aproximadamente 1 900 euros por un diamante de 0,25 quilates. Los diamantes conmemorativos incoloros puros, por otro lado, tienen el período de cultivo más largo porque el proceso de adquisición del nivel de pureza del carbono necesario para crearlos (99,99 %) es bastante técnico. El precio medio de un diamante conmemorativo puramente incoloro de 0,25 quilates es de 2 400 euros. También es importante tener en cuenta el papel que desempeña el peso en quilates en los precios de los diamantes. Algunos pesos se consideran tallas mágicas, y una vez superada una talla mágica, el precio por quilate aumenta.

Por último… los servicios adicionales como la inscripción con láser, el engarce del diamante en la joya y la solicitud de un certificado de autenticidad a un laboratorio gemológico independiente también conllevan gastos adicionales que varían según el vendedor.

La muerte como final de la vida es un proceso marca el final de un ciclo. Aunque pueda representar una pérdida dolorosa, hoy en día, gracias a la ciencia, algunas de las soluciones mencionadas son una buena salida para honrar la despedida del ser querido. Con los diamantes conmemorativos, ese ser querido se queda en el plano material en forma de un objeto elegante y singular.