El Barça venció de nuevo (86-85) al Real Madrid en el Palau Blaugrana este domingo en el segundo encuentro del ‘playoff’ final de la Liga Endesa, un sufrido pero contundente 2-0 para quedarse a una victoria de reconquistar el título de ACB.
Los de Sarunas Jasikevicius mantuvieron la inercia del primer episodio y aguantaron el resurgir blanco en el segundo tiempo. Con ‘medio partido’ de Edy Tavares, fuera de combate pronto por faltas, y Sergio Llull, 12 puntos en seis minutos del último cuarto, el Madrid estuvo muy cerca de empatar la final.
Sin embargo, fuerte defensa y con la mente fría para evitar pensar en fantasmas del pasado, el Barça ató un 2-0 que nadie en la historia ha remontado en la final de la ACB. Nikola Mirotic (25 puntos) fue el mejor, de nuevo ovacionado, en quizá su último partido en el Palau, con el objetivo del adiós con título.
El Barça empezó con esa buenas sensaciones, aunque el Madrid ni mucho menos anduviera lejos. Los de ‘Saras’ movieron y cuidaron bien el balón, mientras los de Mateo se fueron con 10 pérdidas al descanso, aunque el rebote fue más blanco. Un faceta que corrigió el cuadro madrileño tras el 1-0 que le mantuvo en partido.
Las dos faltas de Tavares en el primer cuarto dieron bastante vía libre al conjunto culé por dentro, a pesar de que un Poirier casi inédito en los últimos meses cumplió en ausencia del de Cabo Verde. La alegría de nuevo estuvo en ataque, donde Vesley, Mirotic, Laprovittola y Jokubaitis dieron los puntos al Barça.
La rotación, obligada o no, sentó bien al Madrid, con muchos puntos de banquillo entre Mario Hezonja, que tuvo que hacer de cuatro con las faltas también de Yabusele, y un Poirier que casi no se le esperaba, pero la defensa del Barça dio más problemas que la visitante. Con el primer triple de la temporada de Vesley, sobre la bocina, el Clásico se fue con un 45-41 al descanso.
MEJORA EL MADRID PERO NO TIEMBLA EL BARÇA
El guion siguió siendo azulgrana en la reanudación, con mucho acierto y una defensa más metida en situación. Un triple de Mirotic puso la máxima local (52-44), con el ritmo que dio la dirección de Satoransky. El Madrid despertó volviendo a encontrar a Tavares y con un Sergio Rodríguez vital los últimos meses para desatascar.
Un triple de Kalinic cortó el momento blanco, pero el encuentro volvió a un toma y daca (68-65), con los de Mateo obligados a dar el resto para igualar la final. La defensa visitante lo hizo secando al Barça en el inicio del último cuarto, cambiando de barrio las pérdidas, mientras Sergio Llull asumió los mandos en ataque.
El faro de Mahón enchufó a los suyos con siete puntos casi seguidos y con Tavares y Yabusele ‘frescos’ por el descanso obligado, el Madrid firmó un 1-12 de parcial (72-77), a tres minutos del final. Mirotic y Laprovittola redujeron la desventaja y los blancos miraron a Llull en cada ataque. El balear anotó de tres, pero también Sanli en los locales a falta de un minuto.
Cada ataque valía oro y Tavares no acertó desde la línea de personal, con falta además de Hezonja a Mirotic en el rebote. El Barça quitó de la ecuación al de Cabo Verde por faltas y Laprovittola puso el 86-85 a seis segundos del final. La última tenía nombre pero esta vez no acertó Llull, obligandos a un milagro los blancos que ya lograron en el ‘playoff’ de la Euroliga.