El Deportivo Alavés logró ayer sábado el ascenso a la Primera División gracias a un agónico triunfo por 0-1 sobre el Levante UD en la vuelta de la final del ‘playoff’ de la La Liga SmartBank. El gol fue marcado de penalti por el ‘Búfalo’ Asier Villalibre en el tiempo añadido de la prórroga, a raíz de una mano de Rober Pier en un desenlace de infarto.
El exdelantero del Athletic Club marcó con temple esa pena máxima, decretada a instancias del VAR después de minutos de altísima tensión, para sellar la polémica y agónica victoria en un Estadio Ciutat de València que lloró tras el pitido final del árbitro. Los ‘granotas’ se quedaron con la miel en los labios, habiendo rozado la alegría.
Con el estadio de Orriols a rebosar, la primera mitad del encuentro dejó claro que había mucha tensión. Los jugadores de uno y otro equipo se perdían en protestas de manos dentro de sendas áreas rivales, pero el ‘trencilla’ Francisco José Hernández Maeso no decretó las solicitadas penas máximas, ni tan siquiera solicitó el video arbitraje.
La primera gran oportunidad no se vivió hasta pasada la media hora, merced a un centro del babazorro Rubén Duarte desde la banda izquierda. Su envío se cruzó el área rival y en el lado opuesto se incorporó el lateral derecho Nahuel Tenaglia, para rematar escorado; despejó Rober Pier, bajo el travesaño y casi sobre la línea de gol.
Los nervios atenazaban al Levante, que había cedido el dominio de la pelota a su adversario. Esa tesitura no se tradujo en más peligro antes del descanso, pero sí nada más arrancar el segundo acto. A los pocos segundos de reanudarse la actividad, Miguel de la Fuente conectó un fuerte disparo desde la frontal, que repelió el guardameta local.
Luis Rioja, atento al rechace, tiró con la zurda desde cerca; Joan Femenías, reaccionó con velocidad desde el suelo e impidió el tanto, mandando a córner ese balón. Tardó en llegar la respuesta ‘granota’, en botas de Joni Montiel con un buen zurdazo desde la corona del área; pero su lanzamiento, en el 68′, tropezó en el central Aleksandar Sedlar.
Se animó el partido con un tiro raso en el 76′ de Roberto Soldado, que se había adentrado en el área por el costado derecho, hasta rematar demasiado cruzado. En una jugada similar, pero en el otro lado del campo, Abde Rebbach también mandó fuera una gran ocasión de abrir el marcador. Estaban cogiendo así protagonismo los hombres de refresco.
No obstante, faltaban solo 10 minutos para la conclusión del tiempo reglamentario, así que los dos entrenadores se guardaron balas en la recámara pensando en la prórroga. Con un tímido remate de cabeza, el delantero visitante Asier Villalibre tuvo la última oportunidad de desnivelar la balanza, pero Femenías atrapó esa pelota sin inquietud.
En el 9′ de dicha prórroga, el levantinista Jorge de Frutos mandó al larguero una bonita volea desde la frontal. A raíz de una jugada a balón parado, el interior zurdo de los ‘granotas’ controló a media altura un despeje del Alavés y enganchó de inmediato su tiro, que hizo soñar a la parroquia local con un desenlace favorable.
PENALTI POR MANO EN EL ÚLTIMO SUSPIRO
Nada más lejos de la realidad, pues Mamadou Sylla ya avisó de que el Alavés tendría la última palabra. Aunque se marchó muy alto un disparo, en franquía para marcar dentro del área, el equipo entrenado por Luis García Plaza vio recompensada su fe en los compases finales, cuando todo el estadio levantinista agonizaba.
En un saque de esquina a la desesperada, subió incluso el portero visitante Antonio Sivera para buscar el milagro. Él mismo cabeceó en un escorzo sin puntería, pero manteniendo su equipo la pelota; en un centro lateral, y a tenor de un barullo, Rober Pier golpeó el balón con el brazo en su intento por zafarse del oponente Javi López.
Hernández Maeso, que tuvo un encontronazo con el propio Sivera, paró el partido y estiró el tiempo, para desazón de los aficionados valencianos. Después de consultar varias repeticiones en la pantalla del VAR, y pese a las gigantescas protestas de los futbolistas ‘granotas’, el árbitro vio la mano de Pier dentro del área y señaló ese penalti.
La ilusión tornó en decepción para el Ciutat de València en la última jugada del último minuto del último partido del curso 2022/23. Otra polémica mano, la enésima de esta larga campaña, fue lo que decantó el partido del lado vitoriano. Villalibre, fichado por el Alavés el pasado enero, transformó esa pena máxima para certificar la gloria visitante.