Haciendo un parón en sus vacaciones en Marbella con sus cuatro hijos mientras Álvaro Morata se encuentra concentrado con la Selección Española de Fútbol, Alice Campello ha sido una de las celebrities que no se han querido perder la presentación de la nueva colección de baño de Calzedonia en Madrid.
Como confiesa, está en uno de los mejores momentos de su vida y está «muy feliz» tras superar los durísimos momentos que vivió tras el nacimiento de su hija Bella, cuando estuvo ingresada en la UCI durante 24 horas tras haber perdido una gran cantidad de sangre en el parto. «Ya llevo unos dos meses que estoy por fin bien, y a nivel mental también» reconoce, sin ocultar que a pesar de que todo el mundo le decía ‘te vemos genial, te has recuperado súper pronto’, «al final por dentro no era así».
«Tuve un postparto muy complicado, y no solo en este, sobre todo con los mellizos. Me costó mucho el cambio. Pasar de estar en pareja a dos de repente… te cambia la vida, literal, en todo. Y a nivel mental es complicado» ha revelado, confesando que necesitó «terapia» por su salud mental.
«Hasta si estamos bien es bueno hacer terapia, lo veo necesario y mi psicóloga me ayuda también a saber cómo relacionarme con mis hijos, porque aunque me siento muy fuerte por muchas cosas que no he contado, todos somos frágiles» admite, revelando que a pesar de la imagen de felicidad que siempre transmite, «hay momentos en la vida y cosas que pasan que hacen que estés más frágil y le pasa a todo el mundo«.
Su apoyo incondicional, su marido, para el que no tiene más que buenas palabras: «Cuando estuve en la UCI tras dar a luz a Bella, él realmente no sabía lo que me iba a pasar, y cuando me desperté me dijo que si me hubiera pasado algo, su vida no hubiera tenido ningún sentido y que hubiera preferido que le pasase a él que a mí y que si le hubieran dicho ‘le tienes que dar su corazón’, lo hubiera dado. Pero yo ya lo sabía porque es lo que decía antes: es tan buen marido y tan buen padre, que me lo demuestra todos los días tanto que ya no ha sido una prueba más» asegura con una sonrisa.
«Como papá y como marido no hubiera podido elegir otra persona. Es único, único. Nos dedica todo su tiempo. Ahora ya llevamos dos días sin vernos y ya nos echamos muchísimos de menos. Es la relación que siempre he soñado de niña» confiesa, reconociendo que «no puedo adorarle y quererle más» y «me casaría cada minuto con él por cómo es conmigo».
Con él ha formado una familia numerosa en la que los grandes protagonistas son Alessandro y Leonardo -que están a punto de cumplir 5 años-, Edoardo -en septiembre hará 3- y la pequeña Bella, de 5 meses: «La niña es buenísima y los niños están enamoradísimos de ella. Me ayudan mucho y se ríen porque ya la ven tan pequeñita y tan simpática…». Una madraza, Alice nos cuenta que como «Álvaro pasa mucho tiempo fuera de casa, yo estoy con ellos veinticuatro horas. Y sí que tengo esa parte que me respetan, pero también me cuentan las novias que tienen en el cole. El más pequeño, el más listo, de hecho. Ya tiene. Me roban los anillos para regalárselos a la novia» desvela divertida.
¿Se puede sacar ratos para la pareja teniendo 4 hijos tan pequeños? Como reconoce, «para mí es súper importante tener pasión y seguir haciendo nuestras citas los dos solos, nuestros viajes de dos días cuando podemos. Hay mucha pasión, la verdad». «Cada día nos gustamos más» afirma, revelando que el secreto de su matrimonio es «nunca acostumbrarse y tener un equilibrio. Hablamos mucho e intentamos siempre sorprendernos, y sobre todo, me gusta cómo es él y a él le gusto cómo soy yo. Hay mucha pasión. He elegido bien» concluye.