Los glúteos no siempre responden a la alta exigencia del biquini. Celulitis, grasa y flacidez alteran su morfología, salvo que un tratamiento con uno de los equipos más potentes de INDIBA, Edna Pro Max, intervenga para corregir estas afecciones del tejido adiposo que una vez aparecen, no revierten por sí solas.
La morfología, la genética y la raza determinan el diseño del tejido adiposo, que otorga su forma suave y redondeada a las nalgas de la mujer. Más desarrollado que en el hombre, con un armazón óseo más robusto y una musculatura más potente, posee receptores hormonales que determinan su auge en la adolescencia y su involución a partir de los 50. El estilo de vida, los cambios de peso, los embarazos y el transcurso de los años marcan la vida y avatares de esta zona que acusa como ninguna otra, el paulatino desarrollo de celulitis, grasa y flacidez.
Los tratamientos más demandados
Celulitis
Se produce por el aumento y multiplicación de adipocitos en zonas predispuestas como los glúteos. La presión de los nódulos en la grasa areolar (superficial) sobre la red linfática y venosa, impide la correcta evacuación de las toxinas, que se extravasan, encharcando el medio extracelular. El tejido responde a este edema característico, con una síntesis de fibras esclerosadas, cuya tracción hacia los planos profundos marca aún más los hoyuelos de la celulitis.
Grasa localizada
Es un cúmulo indeseado en la hipodermis profunda, que deforma una región anatómica concreta. Con una apariencia distinta a la piel de naranja, se debe a una mayor carga lipídica, que induce a la multiplicación de los adipocitos o bien, al aumento de su tamaño. Esta lipodistrofia no varía sustancialmente con los cambios de peso. Tampoco responde a la dieta o el ejercicio.
Flacidez
Se manifiesta a partir de los 35-40 años, aunque se geste con anterioridad en zonas críticas como los glúteos, debido a cambios fisiológicos que afectan a las fibras estructurales de la dermis. La vitalidad disminuida de los fibroblastos, así como la destrucción del colágeno, más importante que su renovación a partir de los 25 años, compromete el andamiaje del tejido graso, cuyos nódulos están sujetos por septos fibrosos cada vez más débiles.
Edna Pro Max
Es la tecnología más potente de INDIBA para los tratamientos corporales más demandados. Celulitis, grasa y flacidez, grandes caballos de batalla para los glúteos, son tratados con radiofrecuencia a 448 kHz, que actúa sobre todos los aspectos relacionados con la formación de acúmulos grasos, circulación entorpecida, toxinas acumuladas y fibrosis. Esta energía específica, que produce un aumento controlado de la temperatura en el tejido tratado, genera:
Bioestimulación (subtermia): aumenta la circulación, la tasa metabólica de las células y la producción de fibras nuevas por parte de los fibroblastos.
Vascularización (termia): dilata los vasos sanguíneos, aumentando el flujo, la nutrición y la oxigenación del tejido. Activa el metabolismo celular y fomenta el drenaje.
Hiperactivación (hipertermia): descompone los depósitos de grasa y estimula el drenaje de toxinas, aumenta el metabolismo celular y fomenta la producción de colágeno.
Masaje y bienestar
Edna Pro Max trata los glúteos con tres nuevos electrodos, cuyo diseño está inspirado en las formas de la maderoterapia. Concebidos como la extensión de unas manos bien entrenadas, vehiculan la radiofrecuencia y al tiempo, ejercen movimientos expertos, de gran precisión contra la grasa, la celulitis o la flacidez.
Body Sculpture Electrodes
Q-ROLL (fibrosis): sus nudillos rodantes realizan un trabajo profundo sobre la fibrosis o el tejido compactado de los glúteos.
Shell (grasa localizada): sus estudiadas prominencias movilizan la grasa localizada en la banana subglútea, caderas o cartucheras.
Wave (drenaje): sus suaves ondulaciones consiguen máxima relajación durante el drenaje y el modelado de los contornos.