También conocidas como oriflamas, las banderas de oración eran usadas antiguamente por las comunidades nómadas del Tibet para que los dioses les otorgaran fortuna. Sin embargo, este ritual, que consiste en grupos de banderas multicolor con plegarias e imágenes simbólicas, tiene hoy un profundo significado religioso, como demuestra el hecho de que pueden verse tremolando al viento en los monasterios budistas de las escarpadas montañas tibetanas. Las personas del lugar creen que, a medida que el sol y el viento destiñen y consumen el tejido con el que están confeccionadas, las oraciones van siendo recogidas por el viento.